Al menos veinte personas murieron este domingo y más de quinientas resultaron heridas por las explosiones que devastaron un cuartel militar en Bata, capital económica de Guinea Ecuatorial, confirmó hoy a Efe el viceministro de Sanidad, Dámaso Mitoha Ondo’o, si bien esa cifra aumentará.
En declaraciones por teléfono a Efe desde Bata, Mitoha señaló que en los centros hospitalarios de la urbe se contabilizaron “veinte fallecidos, al menos hasta la medianoche”, después de que su departamento hablara este domingo de diecisiete muertos por el siniestro.
“Más de 500 personas (fueron) atendidas, de las que al final fueron ingresadas en torno a 221 personas (…). Y esta cifra está reduciéndose porque se está dando de alta a gente en función de los diferentes niveles de atención que se requiera”, explicó.
“Lo que pasa es que ahora que se han iniciado los trabajos en el punto cero, eso ya le toca a Protección Civil y los efectivos de Seguridad”, explicó el viceministro en referencia a los “datos de cuerpos que se están recuperando”.
El diario digital local “Ahora EG”, afín al Gobierno, señaló sin embargo que “se contabilizan 30 fallecidos que ya han sido identificados”, sin precisar sus fuentes.
Las labores de rescate de posibles supervivientes se reanudaron esta mañana entre los escombros del cuartel de intervención rápida del Ejercito, en el barrio de Nkoantoma, que contaba con una armería y que ha quedado prácticamente reducido a ruinas, según las imágenes que hoy emitió la televisión estatal TVGE.
Se veía personal de las fuerzas de seguridad entrando en edificios devastados por la cadena de explosiones para rescatar cuerpos sepultados bajo los cascotes, entre ellos niños, así como bolsas con cuerpos de víctimas.
El siniestro ocurrió por una “negligencia”, según anunció al última hora del domingo el presidente ecuatoguineano, Teodoro Obiang.
“La ciudad de Bata ha sido víctima de un accidente ocasionado por la negligencia y descuido de la unidad encargada del cuidado y protección de los depósitos de dinamitas y explosivos anexos al de las municiones del cuartel militar de Nkoantoma, los cuales cogieron fuego de la quema de las fincas en sus cercanías por los vecinos”, declaró Obiang.
Sin tener todavía las cifras totales de víctimas, se trata de una de las peores tragedias de este tipo en la historia de este país centroafricano de poco más de 1,2 millones de habitantes situado en el golfo de Guinea, antigua colonia española.