El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, dio este domingo un ultimátum de 72 horas a los dirigentes de la región disidente del Tigré para que se rindan, pocas horas después de que el ejército anunciara un inminente ataque en la capital regional.
“El camino hacia su destrucción llega al final y les pedimos que se rindan en las próximas 72 horas”, aseguró Ahmed en un comunicado dirigido a los líderes del Frente de Liberación del Pueblo de Tigré (TPLF), al frente de esta región situada en el norte de Etiopía, en el este de África.
“Aprovechen la última oportunidad”, añadió el primer ministro, premiado con el Nobel de la Paz en 2019.
Antes del anuncio del ultimátum, el ejército etíope ya había advertido este domingo sobre un inminente ataque contra Mekele, la capital de la región disidente y sede del ejecutivo local, al que el gobierno federal intenta derrocar, instando a la población civil a huir mientras aún haya tiempo.
“La próxima batalla decisiva será rodear Mekele con tanques”, destacó el portavoz militar Dejene Tsegaye ante medios gubernamentales, amenazando con establecer un sitio a la ciudad, bastión del Frente de Liberación del Pueblo de Tigré (TPLF), que controla la región.
Este portavoz se dirigió al medio millón de habitantes de la ciudad: “Sálvense. Han sido dadas las directivas para apartarse de la junta, luego ya no habrá la menor piedad”.
El conflicto entre el ejecutivo central de Etiopía y el TPLF empezó el 4 de noviembre después de que Ahmed acusara a la guerrilla de la región disidente de haber atacado dos puestos militares, un hecho negado por el TPLF.
Región aislada del mundo
El líder del TPLF, Debretsion Gebremichael, respondió ante el anuncio de la ofensiva sobre la capital y prometió “combates encarnizados” para frenar el avance del ejército. “Seguirán pagando un precio por cada movimiento que hagan”, declaró a la AFP.
También defendió que un ataque en Mekele no supondría el final del conflicto: “Mientras las fuerzas de ocupación estén en el Tigré, los combates seguirán”.
El sábado, el gobierno afirmó que el ejército federal avanzaba hacia Mekele y ya había tomado bajo control varias ciudades, incluidas Aksum y Adigrat, a unos 117 km al norte de la capital regional.
“Las fuerzas militares han tomado bajo su control la ciudad de Edaga Hamus, ubicada en la carretera entre Adigrat y Mekele”, a 100 km de ésta, señaló este domingo una agencia gubernamental, Ethiopia State of Emergency Fact Check.
Ninguna afirmación de las partes ha podido ser verificada apoyándose en fuentes independientes, puesto que Tigré está prácticamente aislada del mundo.
El TPLF indicó el sábado que algunos civiles habían muerto en un “intenso bombardeo” contra Adigrat por parte del ejército etíope. Pero el gobierno afirma que el operativo militar no tiene por objetivo a la población civil.
No hay ningún balance preciso de los enfrentamientos, en los que han muerto centenares de personas desde el 4 de noviembre, según una fuente independiente.
En este contexto, unos 36.000 etíopes han llegado a Sudán, según la Comisión de refugiados del país vecino.
Tras haber dominado durante 15 años la lucha armada en Etiopía contra el régimen militar-marxista del Derg, derrocado en 1991, el TPLF ha controlado con mano de hierro el aparato político y de seguridad del país, para después haber sido gradualmente marginado por Abiy Ahmed, desde que fue designado primer ministro, en 2018.