Ashraf Shazly | Agence France-Presse

Reportan que delegación israelí visitó en secreto Sudán para negociar normalización de relaciones

Por Matías Vega
La información es de Agence France-Presse

23 octubre 2020 | 09:30

Las especulaciones sobre una normalización de las relaciones entre Israel y Sudán se intensificaron el jueves tras la visita secreta de una delegación israelí a Jartum.

Fuentes israelíes informaron a la Agence France-Presse, bajo anonimato, que una delegación israelí visitó Jartum el miércoles para discutir la normalización de las relaciones entre ambos países.

En Jartum, una fuente gubernamental confirmó a la AFP la “visita ayer (miércoles) de una delegación conjunta estadounidense e israelí, que se entrevistó con el presidente del Consejo Soberano, Abdel Fatah al Burhan, sobre la normalización de las relaciones entre Sudán e Israel”.

El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, se entrevistó el jueves con el primer ministro Abdalá Hamdok, quien “aplaudió” los “esfuerzos realizados hasta ahora para mejorar las relaciones entre Sudán e Israel”, dijo su portavoz en Washington.

Según el Yediot Aharonot, el diario más vendido en Israel, que reveló estas conversaciones secretas en Jartum, “se alcanzó un acuerdo” entre Burhan y Hamdok.

El diario mencionó un posible anuncio en “los próximos días” desde Washington por el presidente estadounidense Donald Trump, con una participación en videoconferencia del general al Burhan y del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

El ministro israelí de Inteligencia, Eli Cohen, declaró en un medio de comunicación local que Israel estaba “muy cerca de normalizar sus relaciones con Sudán”.

Pompeo ha dicho que espera que Sudán reconozca “pronto” a Israel, tras la reciente normalización de las relaciones entre ese país, Emiratos Árabes Unidos y Baréin.

Cohen ya se había pronunciado al respecto en este verano cuando aseguró que Sudán sería el próximo país en normalizar sus relaciones con el estado hebreo después de los Emiratos y Baréin.

Transición sudanesa

Desde la caída del régimen de Omar al Bashir en abril de 2019, Sudán ha estado gobernado por un gobierno de transición en el que los militares y civiles comparten el poder hasta las elecciones previstas para 2022.

Este gobierno está enfrentado a dificultades económicas con una fuerte depreciación de la libra sudanesa, por lo que ha pedido a Estados Unidos que retire a Sudán de la lista de países que apoyan el terrorismo, considerado como un obstáculo para las inversiones.

“Los sudaneses no pueden aguantar más. Inundaciones, inflación, cortes de energía: el país está de rodillas y el gobierno impotente”, declaró a la AFP Marc Lavergne, especialista en Sudán del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia.

El investigador subraya que Mohamed Hamdan Daglo, conocido como “Hemedti”, exjefe de la milicia y ahora miembro central del Consejo Soberano, está a favor de un acercamiento con Israel.

Trump anunció el lunes que Estados Unidos se preparaba para sacar a Sudán de la lista de países que apoyan el terrorismo, en la que figura desde 1993, a cambio de que Jartum pague 335 millones de dólares a las víctimas estadounidenses del terrorismo.

“La transferencia a Estados Unidos de la suma de indemnizaciones fue efectuada”, aseguró el martes el gobernador del Banco Central sudanés, Mohamed el Fateh Zine el Abidine.

Si Sudán fuera eliminado de esta lista negra, podría atraer más inversiones occidentales para reactivar su economía.

Pero una normalización de las relaciones con Israel sigue siendo un “juego peligroso” para la transición democrática, subraya un estudio del Brookings Institute, un centro de análisis de Washington.

A principios de este año, el anuncio de una reunión entre el primer ministro israelí y el general al Burhan había sido mal recibido por parte de la opinión pública sudanesa, especialmente en los círculos islamistas.

Washington ha intensificado la presión para que Jartum normalice sus relaciones con Israel antes de las elecciones presidenciales estadounidenses del 3 de noviembre.

La administración estadounidense asegura que no existe un vínculo directo con el levantamiento de las sanciones, pero varios observadores y medios de comunicación han indicado lo contrario.