El Brentford, que no había ganado a domicilio en sus siete intentos previos en Premier League, se impuso en el Ettihad Stadium ante un Manchester City angustiado, que sucumbió a la mayor intensidad de su rival, a las ‘vacaciones’ por anticipado de Erling Haaland y al acierto de Ivan Toney, uno de los descartados por Gareth Southgate, que marcó dos goles y a punto estuvo de firmar un ‘triplete’.
A una semana del comienzo de la Copa del Mundo, con diez de sus once titulares convocados para Qatar, el City fue presa del ‘pánico premundialista’, esa sensación inconsciente de que cualquier situación puede frustrar la cita más importante del año, y el Brentford quiso aprovechar la que, probablemente, era su única oportunidad en el Etihad.
Porque el conjunto de Thomas Franck no había ganado como visitante y los de Pep Guardiola habían alcanzado la plusmarca del club como local, con 16 partidos consecutivos invicto en todas las competiciones. ¿Cómo igualar unos antecedentes tan dispares? Con intensidad y juego directo.
Con una actitud mucho más decidida, las ‘abejas’ tuvieron dos mano a mano que salvó Ederson en los primeros seis minutos y acertaron a la tercera, a los 16 minutos: una falta junto al centro del campo lanzada con un golpeo en largo por David Raya que, prolongada por Ben Mee, remató de cabeza Ivan Toney, a la espalda de Aymeric Laporte.
Trató de activarse del equipo de Guardiola, por medio sobre todo del portugués Bernardo Silva, pero atropellado y desconectado Erling Haaland, terminó la primera parte con más reclamaciones de penal que disparos a puerta (dos). Phil Foden, sin embargo, acertó con el segundo, instantes antes del descanso, para dar un poco de sosiego al campeón inglés.
No se libró, por ello, en el segundo tiempo del susto de ver a Laporte sangrando tumbado sobre el terreno de juego, tras un choque con el codo de un rival que no le impidió seguir jugando con una venda sobre la cabeza, ni de la sensación de ser vulnerable al contragolpe, pese a que multiplicase sus llegadas al área.
David Raya, además, seguía prolongando las esperanzas de puntuar del Brentford, por lo que con Haaland irreconocible, Guardiola recurrió al argentino Julián Álvarez para el asedio final.
Un toque de corneta en los diez minutos de extensión que dio el árbitro que, al contrario, le sirvieron a Ivan Toney para acabar de desarmar al City a la contra, con un gol a los 90+8′ que no acabó en triplete por un despeje casi sobre la línea de De Bruyne, en los caóticos minutos finales de un City que llega en problemas a la pausa mundialista.