Del banco de suplentes a la gloria. La fama del guardameta australiano Andrew Redmayne pasó de cero a 100, luego de su particular manera de desconcentrar a los ejecutantes rivales en la tanda de penales que selló la clasificación del elenco oceánico frente a Perú.
El futbolista de 33 años ingresó a segundos del pitazo final del tiempo extra y con un claro objetivo; recurrir a la distracción por sobre la técnica para poner nerviosos a los jugadores incaicos con extravagantes pasos de bailes en la línea de la portería.
La estrategia funcionó. Redmayne logró tapar el sexto penal del combinado sudamericano tras, previamente, haber visto como Luis Advíncula envió su disparo al palo, para abrazarse con sus compañeros y sellar su paso al Mundial de Catar 2022.
Una actitud que generó un sinfín de reacciones en redes sociales y en el mundo futbolístico, en su mayoría críticas que reclamaban “juego sucio” del australiano, ya que, además, lanzó una botella de Pedro Gallese donde tenía escrito algunos ‘torpedos’ relacionados a los ejecutantes rivales.
Sin embargo, el jugador que milita en el Sydney FC recibió una férrea defensa de una voz autorizada; Claudio Bravo.
A través de sus redes sociales, el capitán de ‘La Roja’ cuestionó a los críticos de Redmayne y encaró a un usuario de Twitter que catalogó al portero oceánico como un “payaso”.
“Para mí, no es ser payaso, es ser más inteligente que tu rival. Lo catalogan de payaso por moverse e intentar poner en estado de nerviosismo al ejecutante”, escribió el seleccionado nacional.
No obstante, respecto de la situación de la botella de Gallese, el formado en Colo Colo aseguró que “lo que hace después no se debe”, pero que el guardavalla peruano había sido “muy ingenuo”.
“Ahí no puedes pestañear”, sentenció.