El belga Thibaut Courtois, portero del Real Madrid, se convirtió en la gran figura del triunfo ‘merengue’ sobre Liverpool en la final de Champions League.
El guardametas tuvo al menos cuatro intervenciones notables, tanto en el primer como en el segundo tiempo, evitando la caída del pórtico del club español.
Primero, Courtois evitó el gol de Sadio Mané con un espectacular manotazo.
Ya en el segundo tiempo, el belga tuvo un duelo aparte con Mohamed Salah: le contuvo un remate de distancia y evitó que asistiera para el eventual 1-1.
Como si eso fuera poco, Thibaut Courtois le ganó un mano a mano al delantero egipcio que fue celebrado como un gol por sus compañeros.