El conflicto provocado por Rusia, tras invadir suelo ucraniano durante la jornada de este jueves ha involucrado tanto a políticos de diferentes naciones, como a personas del mundo privado. Un ejemplo es Róman Abramóvich, el multimillonario de origen soviético dueño del Chelsea Football Club.
El magnate ruso tiene vínculos políticos con el presidente ruso, Vladimir Putin, lo que no gusta en el parlamento de Reino Unido, donde proponen confiscarle el club de fútbol.
¿Quién es Róman Abramóvich?
Román Abramóvich es un multimillonario ruso de 55 años que también posee nacionalidad israelí y portuguesa y que ha participado tanto en política como en el mundo empresarial. Es dueño del equipo de fútbol inglés, Chelsea desde el 2003, al que llevó a la cima europea y ganar 2 Ligas de Campeones.
Abramóvich comenzó a formar su fortuna con negocios que eran considerados ilegales en la antigua Unión Soviética, debido a su economía socialista. Formó una cooperativa inmobiliaria y una fábrica de juguetes, entre otras compañías que vendió en la década de los 90.
Gracias a la política de privatización de empresas estatales del ex presidente ruso, Borís Yeltsin, Román Abramóvich se hizo dueño de varias compañías, entre ellas, socio mayoritario de la empresa petrolera Sibneft.
Así, el magnate llegó a ser la persona más millonaria de Rusia y la décimo primera más poderosa del planeta, según la revista Forbes.
La cercanía entre Román Abramóvich y Vladimir Putin
Román Abramóvich participó por más de 8 años en la política rusa luego de ser elegido representante en la Duma (Cámara Baja) por la región de Chukotka (extremo oriente), en 1999. En diciembre del 2000 fue elegido gobernador de dicha región, y en 2005 el presidente Vladímir Putin lo renovó en el cargo para un segundo período. Lo anterior fue gracias a un cambio en la ley que permitía que los gobernadores fueran designados por el presidente.
Abramóvich vive y trabaja desde hace años en Ingraterra, y desde ahí aseguran que su amistad con Putin lo expone a duras sanciones. Sus vínculos se investigan desde el 2019, cuando el medio inglés The Guardian reveló que Abramóvich participa en “actividades y prácticas corruptas” vinculadas al Gobierno ruso de Valdimir Putin.
Ahora, según The Sun, el Reino Unido no le renovará el permiso de residencia a Abramóvich, ni con el pasaporte ruso, israelí o portugués.
Incluso, el parlamentario de origen Galés, Chris Bryant, cuestionó que el multimillonario ruso sea dueño de un equipo de fútbol inglés y planteó confiscarle el club por sus “actividades malignas en el Reino Unido”.