El mediocampista chileno Arturo Vidal ingresó a los 53 minutos este miércoles en el empate sin goles entre el FC Barcelona y el Real Madrid, en el Clásico disputado ante más de 90 mil espectadores en el Camp Nou.
El ‘King’ comenzó el duelo en la suplencia, en una determinación de Ernesto Valverde que incomodó de sobre manera al nacional. Tras un primer lapso donde se vio mejor el cuadro ‘merengue’, el estratega culé decidió a poco iniciado el complemento el ingreso del formado en Colo Colo por Nelson Semedo.
El empate mantiene al equipo azulgrana en cabeza del campeonato español, empatado a 36 puntos con el Real Madrid.
El miedo a la movilización convocada por la plataforma Tsunami Democratic había llevado a la aplicación de un fuerte dispositivo de seguridad, que tuvo que actuar por la acción violenta de algunos radicales fuera del estadio durante el encuentro.
Empezó el encuentro nervioso con los dos equipos presionando arriba en busca del error del contrario, pero con el paso de los minutos empezó a mostrarse más dominador el equipo merengue.
Al cuarto de hora, Casemiro remataba de cabeza un balón en el área, que sacó sobre la línea Gerard Piqué (16′).
El Barça empezó a reaccionar liderado por su capitán Leo Messi, que se echó el equipo a la espalda y antes de la media hora tuvo su gran ocasión.
El argentino cazó un mal rechace de Thibaut Courtois, pero su disparo a gol lo sacó cayéndose Sergio Ramos (26′), que se convirtió este miércoles en el jugador que más veces ha jugado el clásico con 43 encuentros entre los dos grandes del fútbol español.
El Barça se fue sacudiendo el dominio blanco, pero antes del descanso Fede Valverde congeló al Camp Nou con un disparo raso que blocó Ter Stegen (43′).
Tras la pausa, el partido volvió a seguir el mismo guión del inicio, con los dos equipos presionando la salida del contrario y un Barcelona que no lograba hacerse con el control del balón.
Buscando meter más músculo en el centro del campo, entró Arturo Vidal por Sergi Roberto (55′).
Empezó el Barça a asentarse sobre el terreno de juego, frente a un Real Madrid que siguió apretando en sus llegadas al área azulgrana.
El Barça intentó aprovechar esas continuas subidas del equipo blanco para sorprender a la contra y el partido acabó rompiéndose con idas y vueltas, aunque el marcador no se movería.