El Inter de Milan consiguió un vital triunfo por 3-1 ante Slavia Praga en la Champions League. Con este resultado, dependen de ellos mismos para clasificar a los octavos de final.
Las figuras descollantes del encuentro fueron Romelu Lukaku y Lautaro Martínez. La dupla ofensiva del cuadro italiano está dando que hablar y fueron responsables directos de las tres anotaciones.
Sin embargo, no todo fue sonrisas ya que en República Checa volvió a repetirse un lamentable episodio de racismo. El belga fue principal blanco de los mal llamados hinchas del Slavia.
Lejos de amilanarse, el artillero respondió con fútbol a sus agresores. En septiembre también sufrió discriminación por parte de los hinchas del Cagliari, ya en esa ocasión, Lukaku había adelantado que “Si vuelvo a recibir cánticos racistas, contestaré. El jugador debe tomar una posición y reaccionar ante el racismo”.
Dicho y hecho. En el primer tiempo, anotó el segundo tanto del partido y lo celebró de manera especial: se fue al sector de la galería checa y los enfrentó, llevándose una mano al oído. Pese a que el gol fue anulado, se trataba de un adelanto de lo que sería su gran noche.
Cuando el partido llegaba a su fin, Lukaku aprovechó un error defensivo y se fue solo contra la portería del Slavia. Tras deshacerse del portero, envió el balón al fondo de la red con un furioso disparo. Fue una alocada celebración y un verdadero ‘tapabocas’ a los hinchas checos.
Tras el pitazo final, el exManchester United sacó la voz e indicó sobre lo sucedido que “la UEFA necesita hacer algo, porque las cosas así en el estadio no están bien. Hoy otra vez, en dos ocasiones. Cuando tienes gente mala en el estadio no es un buen ejemplo para los niños.”.