Pese a que la Conmebol confirmó que la final de la Copa Libertadores 2018 entre River Plate y Boca Juniors se jugará el 09 de diciembre en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid, el cuadro ‘Xeneize’ rechazó rotundamente el fallo.
“Tras las decisiones del Tribunal de Disciplina de Conmebol, Boca Juniors informa que no comparte los argumentos de las mismas y las considera claramente contrarias a los Reglamentos y precedentes jurisprudenciales, por lo cual se interpondrán los recursos que correspondieren ante la Cámara de Apelaciones de la Conmebol y, eventualmente, ante el Tribunal Arbitral del Deporte”, informaron a través de un comunicado publicado en redes sociales.
El escrito continúa, señalando que “el club insiste en que, habiendo quedado acreditado con pruebas concluyentes el brutal ataque al micro del plantel sufrido el pasado 24 de noviembre de 2018, en las inmediaciones y hasta el portón de ingreso del estadio Monumental, no cabe otra sanción que la solicitada en nuestras presentaciones”.
Además, el comunicado detalla que “el principal objetivo de Boca Juniors sigue siendo que se cumpla debidamente con el reglamento de Conmebol, conocido por todos los clubes que disputan la Copa Libertadores de América. En especial, en los términos del Art. 8, incisos 1 y 2; Art. 13.2 incisos b), e) y f); y Art. 18 inciso I) del Reglamento Disciplinario de Conmebol, considerando la gravedad de las conductas y el carácter de reincidente del club organizador del evento”.
Finalmente, el escrito indica que “Boca Juniors solicita que las decisiones se ajusten al reglamento y que el mismo sea aplicado a todos los clubes por igual, a la vez que ratifica que agotará todas las vías jurisdiccionales”.
De esta forma, ‘el partido del siglo’ seguirá en suspenso y jugándose fuera de la cancha. }