Pangal Andrade se convirtió en uno de los finalistas de Ganar o Servir, en la instancia se medirá con Francisco Rodríguez.
La competencia será transmitida el próximo domingo en vivo por Canal 13, desde Lima, por lo que los dos deportistas alistan sus últimas armas.
En este contexto, Andrade realizó un balance de lo que fue su paso por el mencionado reality show, detallando lo que fue de su agrado… y lo no.
“Las pruebas fueron espectaculares, muy entretenidas, muy intensas, sobre todo al principio. Me gustan las pruebas de verdad, que me exigen harto y me dejan tirado en el suelo”, indicó.
“Las que no me gustan tanto son las más estáticas, donde mucho tiene que ver con el azar o con encontrar pelotitas por ejemplo (ríe), porque ahí ya no es algo tan físico. Pero en la medida que se muestran habilidades, me gusta siempre”, agregó.
Por otro lado, el también emprendedor se refirió a las polémicas que vivió en el encierro, asegurando estar arrepentido de una situación en particular.
“Todo lo dije de corazón y porque lo sentía. No me arrepiento de nada, salvo algunas cosas personales que me podría haber guardado, cosas más privadas, como lo de (la infidelidad) la Meli, que pasó hace muchos años y no me gustó mucho haberlo dicho”, señaló.
“Pero es difícil guardarse cosas estando encerrado tres meses hablando con la gente y donde te están grabando en todo momento y te están escuchando en todo momento. Te olvidas de las cámaras, sí o sí te mandas un condoro, sí o sí vas a decir algo de lo que te arrepientes”, añadió.
“Pero a pesar de todo, no creo arrepentirme de nada de lo que dije. Sí me arrepiento a veces de las pruebas en que la cagué, como cuando podría haber decidido que alguien más fuera a competir, o cuando perdí el tiempo compitiendo por errores, o cuando armé mal un rompecabezas”, siguió.
Análisis de Pangal Andrade
Respecto a los problemas de convivencia, el chico reality se detuvo en dos situaciones puntuales: gente que no colaboraba con la casa y las fuertes discusiones entre mujeres.
“Los flojos, porque había muchos. Cuando tocaba hacer aseo, algunos no querían hacer nada, había que estar puro chicoteándolos. Por ejemplo a la Daniela Colett, al Rai, o a la Oriana, que era terrible lograr que lavara los platos, había que prenderle velitas”, expuso.
“Eso es lo más complicado de la convivencia. Y también las opiniones diferentes que teníamos el uno con el otro, las diferencias valóricas, porque había veces en que las mujeres peleaban y se sacaban a la familia entera, hasta los hijos”, comentó.
“Era cuático… una vez me tuve que meter con la Botota porque casi se pegaron con la Camila (Recabarren). Aguantar las personalidades, que a veces para figurar te tiraban pura mierda, era muy difícil a veces”, concluyó.
Hay que señalar que, tras el final de Ganar o Servir, Canal 13 estrenará el reality Palabra de Honor, que también se produjo en Perú.