Fue después de un papel secundario en Pacto de Sangre, que la actriz nacional Ana Luz Figueroa dejó casi por completo su trabajo en teleseries, esto a pesar de pertenecer a la “época dorada de TVN”, donde tuvo roles en Iorana y Sucupira.
Tras ello, la intérprete solo ha tenido apariciones esporádicas en diferentes producciones de Mega, como Edificio Corona y Como la vida misma.
Sobre esto habló la actriz en el podcast “Reyes del Drama“, donde afirmó no saber a qué se debe esta decisión de no llamarla: “Si yo supiera (por qué) sería millonaria porque tendría la fórmula, pero esto es así”.
No obstante, Ana Luz Figueroa confesó que él no ser citada para producciones en televisión, la hicieron dudar de su talento: “Si me lo preguntas, por supuesto que me lo tomé personal, por supuesto que lo pasé mal, por supuesto que me lo cuestione, mi talento, mis capacidades, me frustre, lo pasé mal, me sentí poca cosa, me sentí mala actriz, pase por todo eso”, reconoció.
Aunque la actriz admitió que a raíz de esto aprendió “la lección”, también señaló que estar fuera de TV mermó su ego, no así su autoestima.
“Nosotros (los actores) trabajamos con el ego, lo que nos mueve es el ego. Creo no haberme creído nunca el cuento, pero aun así el ego se te infla, eres parte de un grupo privilegiado y de repente ya no estás ahí. Es difícil, es un golpe fuerte”, explicó.
La actriz no solo abordó esta situación en general, sino que también específicamente sobre sus participaciones en producciones de Mega, donde ha tenido papeles ocasionales.
“Nunca le he gustado a la Quena Rencoret”, dijo sobre la Directora ejecutiva de Área Dramática de Mega Media. “No sé la razón, te mentiría si te dijera ‘me encuentra mala actriz, me encuentra fea, no le gusta mi trabajo"”, añadió Figueroa.
“Las veces que he participado en sus producciones me han llamado productores para ciertos personajes que entran y salen, más que eso no. Nunca he trabajado como parte estable de las teleseries del segundo semestre”, declaró.