El final de Gran Hermano Chile se encuentra a la vuelta de la esquina, luego de que el canal anunciara que la ceremonia del ganador se realizará este domingo 3 de diciembre. Sin embargo, previo a este evento, los últimos días de competencia estarán marcados por cambios.
Fue durante la visita de Julio César Rodríguez que el animador anunció que la placa de nominación se encuentra abierta, por lo que el quinto jugador que reciba menos votos será quien deba dejar la casa este martes, así mismo ocurrirá el jueves con el cuarto competidor con menos preferencia del público.
Pese a que esto también ocurrió en la edición argentina del reality, en la primera edición nacional la ceremonia del “apagado de luces” de la casa no se realizará, no al menos de la misma forma.
Tal como informó el animador, serán tres los finalistas los que se disputen el premio del reality, sin embargo, este jueves 30, los integrantes del show de telerrealidad abandonarán la casa, pero se quedarán en Argentina ese mismo día.
Posterior a ello, el viernes serán trasladados de regreso a Chile a eso de las 17:50 horas desde Buenos Aires hasta el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez de Santiago, donde deberían arribar a las 20:10 horas.
Una vez en el país se quedarán en un hotel desde donde serán trasladados hasta un estudio ambientado especialmente para la final. Esto deja de manifiesto que el ganador del programa no realizará el “apagado de luces” característico del concurso, el que se ha llevado a cabo en las ediciones internacionales anteriores.
La razón detrás de este cambio se debería a que la edición argentina del programa usará la misma casa construida en Buenos Aires para su temporada, la que comenzará el próximo 11 de diciembre, según detalló Telefe, consignó El Cronista.
La ceremonia final de Gran Hermano se ha convertido en todo un icono del programa que incluso ha sido replicada por otros realitys latinoamericanos como “La casa de los famosos”.
La instancia ha logrado convertirse en un momento emotivo para los televidentes y ganadores, por su significado de ser el último en “cerrar la casa” que los albergó por más de cinco meses.
Tal fue el caso del último ganador argentino, Marcos Ginocchio, que dejó la casa argentina entre lágrimas y sosteniendo a Norita, la perrita que fue mascota del encierro y de la que terminó siendo dueño.