El guionista de televisión Hermann Heim, quien actualmente forma parte del equipo de escritores liderado por Marcelo Castañon de la teleserie de Mega, Como la vida misma, reveló a través de su cuenta de Instagram la historia detrás de una de las escenas de Thiago (Francisco Dañobetia) y Joselo (Max Salgado) de la producción.
Fue durante el capítulo de este miércoles que la ficción mostró la primera cita de los estudiantes de cine, esto luego de llevar algunos meses saliendo.
En el encuentro, fue Joselo quien invitó a Thiago al cine, esto luego de presentarlo como un “vecino” a su abuelo, lo que no dejó feliz al cineasta.
Una vez en el recinto, los jóvenes se sentaron juntos y en un momento el personaje de Dañobetia apoyó su cabeza en el hombro del ex Edificio Corona, para luego enlazar sus manos.
Según relató Heim en su perfil de Instagram, esta escena se inspiró en su historia personal. “Cuando era chico (más chico) mis citas siempre eran en el cine. Había algo en el silencio y la oscuridad de una sala de cine que me hacía sentir seguro“, comenzó relatando.
“Sin miedo, como si tener una cita con un hombre era un delito y solo ahí podía tenerlas tranquilo”, reflexionó el también comediante.
A lo que agregó: “Una de las cosas que más disfrutaba de ese ritual, era cuando las manos se encontraban a mitad de película, un gesto tan simple para algunos, pero que podía costar un mundo para otros”, contó.
Después de esto, de acuerdo al guionista, con el paso de los años y la aceptación, empezó a tener citas donde se le daba la gana y tomaba de la mano a sus parejas sin pudor, sin embargo, su proceso no era igual en todas sus relaciones.
“Nunca olvidaré cuando con un ex íbamos caminando por la calle y me nació la gana de tomarle la mano. Recuerdo que él quedó descolocado, no por el gesto en sí, sino porque ahí se dio cuenta de que jamás le habían tomado la mano en público“, confesó.
Sumado a esto, el guionista de Como la vida misma reflexionó: “Uno no tiene como saber los kilómetros que ha recorrido una mano para atreverse a tomar la de otro hombre”.
Escribió para luego agradecer a producción por la confianza de dejarlos reflejar “la importancia de este pequeño gesto”.