Durante la noche del domingo, un particular momento se vio en el reality show Gran Hermano cuando, en medio de un íntimo momento entre el influencer Lucas Crespo y la empresaria Francisca Maira, una voz omnipresente exigiera que ambos dieran su consentimiento expreso, como parte del protocolo.
Específicamente, los participantes se besaban bajo las sábanas, lo que provocó un público e incómodo llamado de atención de parte del Gran Hermano: “Lucas, Fran, recuerden dar el consentimiento a cámara, por favor”, dijo, resonando en toda la casa.
Sin embargo, este particular comentario en parlantes que muchos usuarios acusaron de arruinar el momento es simplemente parte del protocolo para tener relaciones sexuales dentro del reality, el que se realiza en diferentes versiones internacionales.
Específicamente, y según consigna el diario El Clarín, en la última edición de Argentina se implementó un protocolo para tener relaciones sexuales dentro de la casa, el cual es parte de una cláusula de contrato para todos los integrantes del espacio.
Así, cada participante está obligado a expresar abiertamente ante la cámara su aprobación a la hora de tener relaciones sexuales, independiente de si es el primer encuentro con un participante o bien trate de su pareja establecida.
Este consentimiento puede ser verbal o bien, con un gesto con el pulgar hacia arriba hacia la cámara. La práctica busca evitar cualquier situación de abuso sexual que pueda ocurrir entre los concursantes.
Asimismo, el medio asegura que quienes no cumplan con esta cláusula, serán interrumpidos hasta que den el sí o hagan el gesto de aprobación. De todas formas, existe otra regla en torno a las prácticas íntimas: no podrán intimar si bebieron alcohol durante la jornada.
Con esto, quienes viven dentro la casa estudio no podrán mantener relaciones sexuales durante los días de fiestas, que suelen ser cada viernes y en donde se les ofrecen bebidas alcohólicas como cerveza y demases. En estos casos, incluso si ambos participantes dan su consentimiento, seguirá estando prohibido.
El caso de violación que cambió el protocolo en Gran Hermano
Estos reglamentos surgieron a raíz de una fuerte polémica en la edición española, Gran Hermano Revolution, luego de que en 2017 Carlota Prado, una participante de la edición, fuera violada tras una de las populares fiestas del espacio.
Específicamente, en abril de este año José María López, su agresor, fue condenado a quince meses de prisión como autor responsable de un delito consumado de abusos sexuales, además de cuatro años de alejamiento e incomunicación con la víctima y a indemnizarla con 6 mil euros, de acuerdo a El País.
El hecho ocurrió completamente en vivo cuando Prado, totalmente ebria y casi inconsciente, fue llevada y atacada por López, quien fue expulsado al día siguiente del programa. Prado, por su parte, siguió en el encierro, mostrando cómo su salud mental empeoró producto del estrés y ansiedad de lo vivido.