Gran Hermano, el nuevo reality de CHV debutó este domingo con participantes de diversas personalidades y con historias de vida muy diferentes. Uno de ellos fue Rubén Gutiérrez, cuya vida ha estado marcada por el esfuerzo y dolor.
El joven de 26 años es oriundo de Yungay, el mayor de siete hermanos y carabinero en retiro.
Él fue uno de los más de dos mil interesados en participar en el casting masivo para entrar al programa, pese a que no se tenía nada de fe, tras compararse con el resto de los aspirantes, muchos de ellos modelos.
Rubén comenzó a trabajar a los 10 años para ayudar a su familia, vendiendo dulces que su madre preparaba. El terremoto de 2010, trajo el desastre para ellos, ya que perdieron la casa en la que vivían. Él tenía 13 años.
Cuando creció y tras hacer el Servicio Militar, en 2017 decidió unirse a Carabineros. “Estuve en la formación de Cerrillos y empecé mi carrera en la 21a comisaria de Estación Central, contó.
La responsabilidad de ayudar a su familia económicamente, hizo que finalmente dejara la Institución en busca de mejores horizontes laborales.
Uno de los participantes más esforzados de Gran hermano
Según relató durante su presentación en el reality, también encontró el amor con una joven.
“Salimos, nos conocimos, empezamos a pololear como todo joven. Y cuando me dijo ella que iba a ser papá, yo estaba más feliz todavía”, reconoció.
“Ahí dije, ‘¿qué voy a hacer?’. Dije, ‘ya, vamos a arrendar una casita"”, recordó.
“Fue un día 18 de diciembre. Y a las 07:57, recibo una llamada que me dicen que ella se había ahorcado“, continuó.
“Para mí fue un golpe… no lo podía creer. Eso no se olvida. Yo tengo que convivir con eso”, dijo.
“Hoy en día tengo toda la mentalidad y aptitudes para salir adelante”, confesó.
De hecho, según se pudo ver en el matinal Contigo en la mañana, fue uno de los primeros participantes en levantarse dentro de la casa de Gran hermano, donde se le vio realizando ejercicio.