Vince Gilligan, creador de "Breaking Bad" y "Better Call Saul", habló de los orígenes y alcances de la historia que protagonizaron Bryan Cranston y Aaron Paul.

Anoche, a 15 años de su debut en TV, la serie “Breaking Bad” fue reestrenada en A&E en un ciclo que repasará todos sus capítulos de lunes a viernes y en horario estelar (22:00 horas).

“Breaking Bad no podría haber existido sin las otras series que la precedieron. Me gustaría atribuirme el mérito de haber cambiado el panorama (televisivo) posterior, pero no sé si lo hice”, reflexionó el creador de la trama, Vince Gilligan, en en encuentro con periodistas latinoamericanos donde estuvo BioBioChile.

“The Wire , The Shield y The Sopranos son programas maravillosos, específicamente “Los Soprano” y “The Wire”, que se centraban en un antihéroe. No creo que Breaking Bad hubiese podido arrancar en Estados Unidos sin esos dos antecesores. Y The Wire, también, se centró en personajes que eran delincuentes pero que, sin embargo, eran muy carismáticos. Así que creo que esos tres shows juntos cambiaron el panorama televisivo posterior más que Breaking Bad”, zanja.

De acuerdo al realizador, el mismo detrás de “Better Call Saul” (precuela televisiva del titán de 2008), lo que sí es atribuible a la serie es la influencia cinematográfica de las producciones que le antecedieron.

“Cuando Breaking Bad salió al aire por primera vez hace 15 años, los televisores eran mucho más grandes y eso no tenía nada que ver con nuestra serie; televisores de plasma, LCD y LED. Antes de eso, había televisores de tubo que eran más pequeños. Y pensé en ese momento, Dios mío, los televisores son tan bonitos y grandes ahora que podemos encuadrar como una maravillosa película de cinemascope. Podemos encuadrar nuestras tomas con personas de menor tamaño, me di cuenta. Así que me gustaría tomar un poco de crédito por eso”, bromea.

En un génesis, Gilligan concibió “B.B” como una comedia oscura, idea que mutó rápidamente tras investigar el mundo de la fabricación de drogas y entrevistarse con un profesor de Química.

Acá dos datos más de trivia: para el rol principal de Walter White, que finalmente encarnó Bryan Cranston (“Malcolm in the Middle”), el showrunner pensó en John Cusack y Matthew Broderick, mientras que Jesse Pinkman, personaje interpretado por Aaron Paul, iba a morir al final de la primera temporada.

“¿El personaje más difícil de escribir? Probablemente el personaje de Skyler. Skyler White, esposa de Walter White. Siempre me entristece que su personaje no sea uno de los favoritos de los fans de Breaking Bad. Particularmente parece no gustarles el personaje de Skyler White. Y han habido algunos malos sentimientos en el pasado hacia la actriz que interpreta a Skyler, Anna Gunn. Ella es una de las mejores actrices con las que he trabajado”, aseguró.

“Es tan inteligente, tiene tanto talento y tuvo un papel tan, tan difícil de desempeñar; un papel muy poco apreciado. Fue difícil para ella y fue difícil para nosotros escribirlo… Creo que el personaje realmente duro, el personaje que realmente siente en la serie, es ella, la esposa de Walter, quien realmente se preocupa por su familia”

Sobre este aspecto, agregó: “Siempre me hace sentir mal que la actriz la haya pasado tan mal. Y fue difícil escribir para ella, porque su personaje era muy inteligente, y la actriz es muy inteligente también. Nos costó mucho tiempo averiguar cuánto tiempo podía estar Skyler sin saber lo que hacía su marido”, revela.

“¿Cuánto tiempo podía permanecer sin saber lo que hacía su esposo? Y eso porque pensábamos para nosotros mismos: si ella descubre la verdad, el espectáculo se acaba, ¿no? Y luego nos dimos cuenta: sí, pero ella es tan inteligente que no puede hacerse la tonta sobre esto. Ella tiene que darse cuenta de que algo está pasando. Ella es intuitiva. Y finalmente dijimos: al diablo, tenemos que hacer que ella lo descubra. Y Dios, ¿cuándo fue eso? Esa fue la temporada cuatro o tres. Se volvió muy difícil escribir para ella, porque queríamos que tomara conciencia pero que el programa no terminara.

En este ítem, Gilligan agregó: “Queríamos que no se convirtiera de repente en una mala persona. Entonces, ¿cómo equilibra su amor por su familia y su temor de que su esposo vaya a la cárcel? Un papel muy, muy duro, y muy poco apreciado. Sé que era muy difícil de interpretar, pero Anne hizo un trabajo excepcional”.