Se dice que a la realidad supera la ficción, y el caso de Candy Montgomery es uno de los ejemplos de eso. Su historia llegará a HBO MAX de la mano de Elizabeth Olsen en la miniserie Amor y Muerte (Love & Death), la que debutará este jueves.
Olsen, quien dejó momentáneamente de lado al Universo de Marvel, dará vida a Montgomery, una ama de casa texana, que terminó siendo conocida también como “la asesina del hacha”, en los años 80.
Candy tenía una vida completamente normal. Vivía con su marido e hijos, tenía amigos, era respetada en su comunidad y además parte importante de la Iglesia.
Todo cambia cuando decide tener un romance extramarital con Allan Gore, esposo de su amiga y vecina Betty Gore, quien terminó asesinada con 41 hachazos.
De acuerdo a la crítica, Elizabeth Olsen brilla como Candy en Amor y Muerte, dando una actuación que recorre diversos rangos emocionales y físicos.
“Lo más gratificante para mí fue tener una sensación de libertad al interpretarla. Una libertad en mi cuerpo, en mi voz, que no siempre tengo”, aseguró en una conversación con BioBioChile y algunos medios mundiales.
“Sentí que la entendí bien y lo que fuera que eligiera hacer con ella. Quiero decir, no sé cómo era esta mujer en la realidad, pero me sentí bien en mi cuerpo y a veces, como actores, nos sentimos extraños físicamente, como que es difícil a veces moverte por el espacio. Pero ahora, me sentí muy cómoda en su piel”, explicó.
Por otra parte, aunque muchos han asociado el nuevo rol de Olsen con su personaje de Wanda, no es algo que la actriz comparta.
“Creo que hay ciertas similitudes entre ambos personajes… pero no pienso en ellas como personajes similares, aunque entiendo la asociación”, reconoció.
Según explicó la artista, a la hora de elegir roles, lo importante es encontrar formas que la desafíen como actriz, como ocurrió con Candy, una historia que desconocía por completo.
Una historia basada en la vida real
Candy y Allan, interpretado por Jesse Plemons, comienzan una relación con una importante regla de por medio: si alguno comenzaba a tener sentimientos por el otro, terminarían su romance.
Al igual que Candy, Allan llevaba una vida socialmente ejemplar. Estaba casado, tenía una hija y otra en camino, tenía un buen trabajo y además era un miembro activo de la comunidad y la iglesia.
Para Plemons, el tener que interpretar un personaje que sí existió no fue un proceso tan diferente a otros roles, pero sí sintió una presión especial.
“Hay una presión adicional si la persona en realidad existió, porque sientes una responsabilidad de contar de nuevo su historia completa, de la forma en tú la percibes, y la forma en que la percibes es cerrada también”, reconoció el intérprete.
¿Villana o víctima?
En la serie Allan batalla con las exigencias de su esposa, cuya personalidad la hacía ser exigente y a la vez vulnerable. Por lo que Candy se convierte en una especie de bálsamo para su vida, en una amiga con la que logra desahogarse y compartir sus sentimientos más intimos.
“Mientras más nos adentramos en el proceso de grabación, más sentía que en realidad no había solo una persona a la que culpar completamente en la historia. Y al final de eso, te deja sintiendo de una forma extraña, porque no hay una persona a la que culpar”, reflexionó.
“Sin duda es una tragedia americana, pero hay algo de esas pequeñas decisiones que todos hacemos, y que no pasamos mucho tiempo pensando en ellas, pero que el efecto ripple que tienen … no lo sé”, añadió.
Para Elizabeth Olsen, ese fue un tema en el que pensó mucho durante el rodaje de Amor y Muerte. “Si una cosa que llevó a este evento hubiese pasado diferente o no hubiese pasado para nada, quizás no habría ocurrido lo que pasó”, reflexionó.
La tragedia
Pese a la estrecha relación que Allan y Candy habían desarrollado, cuando nació la segunda hija de Gore, decidió terminar el romance con su vecina.
Meses después, un viernes 13 de junio de 1980, Allan llamó a su casa para saludar a Betty y sus hijas, pero nadie respondió.
Le pidió a un vecino que fuera a chequear la casa, quien encontró a la bebé en su cuna y un rastro de sangre que los dirigió al baño. Allí yacía el cuerpo de la mujer asesinada por 41 hachazos.
Durante el juicio, la defensa de Candy postuló que sí era la autora del crimen, pero que lo había hecho en defensa propia luego de ser atacada por Betty, tras haber descubierto la infidelidad.
Tras un largo juicio, donde incluso se analizó un supuesto trauma de la victimaría, el jurado falló a su favor absolviéndola del caso.
Aunque ninguno de los actores entregó su impresión sobre el veredicto, Olsen sí compartió cómo llegó a entenderlo.
“El mejor amigo de mi padre era un abogado defensor criminal, y cuando estaba investigando para este proyecto, hablé con él para entender”, comentó Olsen.
“Yo crecí con él muy cerca en mi vida, él defendía criminales porque creía en el sistema de justicia, pero hay algo de la forma en que creamos nuestros ‘check and balance’, donde no pueden pasar muchos cambios, debido a su estructura, y eso puede ser algo bueno o malo”, dijo.
“Así que creo que independiente si alguien toma o no la correcta decisión, el sistema está en juego, y el sistema tiene errores, pero es lo mejor que tenemos, por ahora. Así que basado en el sistema, fue la decisión correcta para ese jurado”, analizó la actriz sobre la absolución de Candy.
Tras quedar absuelta, Candy y su familia se mudaron a Georgia, tiempo después se divorció de su esposo y actualmente usa su apellido de soltera y trabaja como terapeuta, según informó en 2021 Mail Online.