La cantante nacional Karen Bejarano relató las secuelas por abuso sexual que vivió en su infancia y el poco apoyo que recibió de su madre, quien, además de no cortar el contacto con su abusador, le aconsejó no hablar de lo que sufrió.
Bejarano fue invitada al programa Podemos Hablar, donde mencionó que sigue en tratamiento para poder superar el trauma que significó ser víctima de abuso sexual, psicológico y físico entre los 9 y 14 años.
“Pasaron muchos años de esto, donde yo evidentemente me callé porque me daba miedo, me daba mucha vergüenza también hablar del tema y no sentía que hubiese alguien a quien yo pudiese contarle lo que me había pasado o lo que me estaba pasando en ese momento”, compartió.
Fue así que pasaron los años, Bejarano entró a la televisión y, además del éxito, conoció el amor, pero, con las secuelas aún presentes y con la sensación de que vivía una mentira al ocultar lo que pasó, decidió hablar con su madre para saber si contarle a su pareja.
“Me daba miedo contarle, me daba vergüenza, nervios de que él no quisiera estar más conmigo por haber omitido esta información. Entonces, antes de casarme, le cuento a mi mamá”, narró.
Sin embargo, sus miedos se cumplieron: “Ella me dice que yo no tengo que hablar de esto, porque si no, mi marido puede quizás no tener la mejor reacción y tomar represalias contra esta persona y yo me voy a quedar sin esposo y mi hijo sin papá”.
“Me callé, porque dije ‘si mi mamá me lo dice, tengo que hacerlo’. No cuestioné nada”, confesó con amargura. “Me casé y seguí viviendo con esta angustia constante que uno cree que lo puede superar, pero no es verdad”, relató.
Todo se mantuvo en secreto hasta 2021, cuando, en medio de una situación familiar, Bejarano sufrió una crisis de pánico donde contó todo lo que sufrió.
“No sé bien cómo ni por qué, pero comencé a vomitar información y lamentablemente no tuve el apoyo en ese momento que yo esperaba en mi desesperación. Yo esperaba en ese minuto que mi mamá fuera quien me contuviera y ella, lejos de contenerme, comenzó a reprenderme”, recordó.
Tras ello, Bejarano acabó internada en un recinto de salud mental para poder luchar frente a los años de trauma reprimido.
“Mi marido se portó un siete, mi hijo también, lejos de tener la reacción que yo pensé que podía tener, y la que mi mamá me dijo que iba a tener, fue lo contrario”, mencionó.
De todas formas, contó que “cuando salí de la internación, yo creí que mi mamá se iba a quedar conmigo, que iba a estar ahí para mí y no fue así. Se quedó un tiempo, pero después decidió irse y seguir en contacto con la persona que me hizo todo ese daño”.
“Ella me dijo que me creyó y me pidió perdón por no darse cuenta, por no estar ahí. Pero sus acciones me demuestran todo lo contrario”, lamentó.
“Ahora me siento capaz de poder hablar de esto con esta tranquilidad, porque si bien me siento muy nerviosa, puedo hablarlo porque siento que es de ayuda para muchas mujeres, niñas, niños u hombres que le pueda estar pasando lo mismo, porque no es fácil vivir con esta culpa que uno se autoimpone, porque yo me sentía culpable de lo que me había sucedido”, cerró Bejarano.