Si bien con el paso de sus series Mega ha vuelto a viajar a diferentes localidades del país para grabar sus ficciones, la idea de dar vida a Hijos del Desierto en el Valparaíso de los años 30 decidió alejarse del gran puerto del país y construir su propia versión de la ciudad.
Así, en un terreno de casi 3 mil metros cuadrados en Curacaví, se construyó un pueblo que el escenógrafo Pedro Miranda diseñó. De la mano de 80 maestros, el pueblo se construyó entre febrero y julio de este año. BioBioChile tuvo acceso exclusivo a la particular construcción llena de estudios de lo que fue Valparaíso casi 100 años atrás.
“Hubo una investigación de Valparaíso. El gran desafío era el hecho de reconstruir un lugar que la gente tiene en su memoria”, puntualizó el director general de la producción, Patricio González, a este medio.
En específico, el lugar cuenta con dos sets de grabación: uno ambientado en el barrio alto, mientras que el otro muestra el sector más marginal del sector portuario en 1937.
Ambas construcciones se ubican en la ladera de un cerro, donde el equipo de escenografía incluso excavó para poder dar la naturaleza de los barrios conocidos por su particular posición inclinada.
Los detalles no quedaron solo en el suelo, ya que, además de fachadas de diferentes edificios, la construcción se profundizó, creando una cafetería, una barbería e incluso el clásico ascensor de cerro Alegre, el cual funciona lo suficiente como para poder salir del encuadre.
Así, bajo el paisaje generado por efectos especiales, se observa el icónico medio de transporte que posee, de fondo, una pantalla verde que en televisión deja ver la costa chilena.
“La producción de teleseries de esta envergadura tiene complejidades distintas a la de una teleserie contemporánea. Tiene que ver con los vestuarios, el maquillaje, con la puesta en escena, porque es mucho más delicado todo. Incluso los procesos de grabación son distintos”, explicó el productor ejecutivo Patricio López, productor ejecutivo.
“Hay una ambientación especial, principalmente mandamos a hacer vestuarios, muebles, obviamente es un presupuesto mayor”, añadió.
Al momento de ver la cafetería, repleta de tazas, muebles y comidas, se destacan los alimentos de utilería, donde se ven brazos de reina, las icónicas “paletitas” de los dulces de La Ligua, Tortas de gran tamaño así como incluso platos con migajas de utilería.
“Se hizo un estudio histórico y comenzamos a recopilar hace mucho tiempo materiales y cosas. Así, mandamos a hacer muebles, trajes y esas tortas mentirosas. Había que hacerlo así porque no había de otra forma”, comentó por su parte González.
Pero no todo son estudios y sets, debido a que también se utilizaron algunas locaciones de Valparaíso y casas patrimoniales de Santiago.
“Usamos el palacio Larraín en Santiago, hemos usado la Casa Cultural de Ñuñoa, hemos usado la Corporación Cultural de Ñuñoa, que es la casa de un personaje, y son pocos los lugares que realmente se pueden usar, porque no están bien mantenidos”, lamentó González.
La nueva nocturna de Mega posee un elenco estelar en donde destacan Paola Volpato, Claudio Arredondo, Francisco Melo, Gastón Salgado, Ingrid Cruz, María José Weigel, Jorge Arecheta, Marcelo Alonso, Carmen Zabala, Roberto Farías, Paloma Moreno, Michael Silva, Francisca Gavilán y más.