El próximo miércoles 19 de mayo debutará en Netflix la segunda temporada de “¿Quién mató a Sara?”, la exitosa serie escrita por el chileno José Ignacio “Chascas” Valenzuela, quien no es el único autor nacional que fue parte del proyecto.
Su hermana, Rosario Valenzuela, también integró el equipo de guionistas de la viralizada ficción latinoamericana, que esta semana se convirtió en el título en habla no inglesa más visto de Netflix en Estados Unidos.
“Si tú pensabas que era buena e intensa la primera temporada, la segunda es el doble… Literalmente nada es lo que parece”, cuenta desde EE.UU. la guionista con más de 10 años de experiencia en TV en diálogo con BioBioChile.
“Hay incorporaciones nuevas… A veces creo que las segundas temporadas son más importantes que las primeras, porque la gente queda con unas expectativas enormes. No es fácil estar en nuestros zapatos ahora”, confiesa la también actriz y dramaturga, hoy radicada en Miami.
“La verdad, es que depende de cómo se lo tome uno. Si tú vas a competir con el resto de las series, o vas a mirar esto como si fuese una carrera de caballos, vas a sufrir. Si vas a competir contigo mismo, y la vara es el trabajo que has venido haciendo hace años, te vas a mantener tranquilo. Es normal a veces ser el número uno y a veces no”, resume Rosario, quien no es primera vez que hace dupla con su hermano en un proyecto televisivo.
En Chile, ambos coincidieron en la teleserie “Dama y Obrero”, y desde 2017, ya desde EE.UU, ha sido parte del equipo de guionistas del “Chascas”. Fue en ese contexto en que se comenzó a gestar el guion de “¿Quién mató a Sara?”.
“Esto fue en 2019 cuando me lo informaron, y claro, como todas las producciones del mundo, hubo que parar por el covid-19, reestructurar todo, pero se siguió adelante”, cuenta sobre su trabajo en el equipo de Valenzuela, también integrado por el chileno Jean Pierre Fica.
Sobre el inesperado éxito de la serie, Rosario aclara: “Fue súper sorpresivo. Yo sabía que le iba a ir bien, pero no me imaginaba que a los dos días iba a estar número uno en el mundo. Yo me quedé muda como dos días”.
En relación a las razones del inusitado éxito de la trama, la chilena establece una tendencia y una premisa.
“Se está agradeciendo mucho, últimamente, las series que tienen una factura cinematográfica, de mucha acción, osadas, pero creo que en muchas series, no sólo en esta, hay una suerte de melodrama que está súper subestimado (en la industria), porque se relaciona con producciones de bajo presupuesto que exaltan sucesos dramáticos y violentos… Pero todas estas situaciones melodramáticas que tú puedas poner en una serie de alta factura, con ingredientes como la acción y el suspenso, son un boom”, sintetiza.
Con personajes nuevos, el hilo argumental de la segunda temporada propone impensados problemas para su protagonista. Desde Netflix, el ciclo entrante es descrito así: “Alex continúa tratando de entender qué pasó con su hermana Sara mientras que en paralelo, un misterioso cuerpo enterrado en el patio de su casa se convierte en una bomba que puede hacerlo volver en cualquier momento a prisión”.
Sobre el genuino rol de los villanos en la historia y su halo de impunidad, Rosario agrega: “A veces la realidad supera a la ficción, y es cierto que los villanos más grandes en la historia de la humanidad han estado vestidos hasta de sotana”.
“Cuando tú estereotipas a un villano, y lo haces súper obvio, la gente tiende a predecir qué comportamiento va a tener uno u otro… Los villanos están todas partes”, explica Valenzuela.
Por ahora, los planes de la guionista continúan en EE.UU: un proyecto teatral con “micro-obras” de teatro vía streaming apuntan a retomar este año su carrera como actriz. “Voy a trabajar con tres actrices chilenas viviendo en Miami. Pretendemos estrenar en octubre”, anuncia.