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(Artículo 04 del Código Procesal Penal)
La noche de este sábado, Chilevisión emitió un nuevo capítulo de la séptima temporada de su programa La Divina Comida.
En esta ocasión, el periodista Gino Costa, el actor Gabriel Cañas, la alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao y la actriz Soledad Cruz, compitieron para convertirse en el mejor anfitrión.
El primer participante fue el actor nacional, reconocido por su papel de Horacio Moller en la teleserie Perdona Nuestros Pecados.
Cañas abrió las puertas de su casa ubicada en la comuna de Recoleta y advirtió que estaba llena de escaleras. “Son hartas, así que vamos a ver cómo están las pantorrillas“, bromeó.
Antes de ingresar a su casa, el actor mostró un caseta que ambientó como su “camarín”. “Contiene vestuario con lentejuelas, y hay pura ropa de tango de mi marido Gonzalo”, agregó.
Más adelante, presentó ante las cámaras su propia sala de ensayo, la cual terminaron de construir durante la pandemia. “Aquí puedo hacer mis obras de teatro cuando estoy en cuarentena, sin salir de mi casa”, precisó.
Asimismo, mostró su lugar de trabajo, donde estudia cada uno de los personajes que ha interpretado en diferentes teleseries.
“Lo más bueno es que aquí tengo una camita. Yo al principio igual lo pensé así, está buena por si nos peleamos (con su pareja), como para soltar. Pero más que nada, esta pieza ha servido para quedarse trabajando hasta las 5 de la mañana. Ha sido un lugar de creación absoluta“, confesó.
Tras pasar por esos lugares, Cañas ingresó a su casa donde mostró sus amuletos y su espacio personal. “Esa es mi pieza, básicamente no tiene nada, ni velador”, confesó.
Finalmente, el actor nacional condujo a las cámaras hasta la terraza, donde se llevaría a cabo la cena. En ese lugar, también armó un escenario para sorprender a sus invitados.
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