Con sólo meses de vida, Yasmine Bleeth conoció las cámaras. Protagonizó comerciales de productos para bebés de la marca Johnson & Johnson y desde entonces estuvo inmersa en el mundo del espectáculo.
De hecho, con sólo 12 años consiguió un rol en la película Hey, babe! (1980), donde compartió set con el comediante Buddy Hackett. Asimismo, tuvo numerosos trabajos como modelo y también en teleseries como Ryan’s Hope (1985-1989), donde ingresó con sólo 17 años, para luego entre 1991 y 1993 participar en la serie de ABC One Life to Live.
Pero, sin duda, el peak de su carrera llegó cuando se integró al elenco de Guardianes de la Bahía (Baywatch) en 1993, donde encarnó a Caroline Holden. Inicialmente aparecería en un solo capítulo, pero David Hasselhoff quedó tan encantado con su desempeño que decidió que su rol se volviera permanente.
Sus curvas, su frondosa cabellera oscura y sobre todo sus grandes ojos azules la convirtieron en una bomba sexy en los 90, ganando mucha popularidad, llegando a ocupar numerosas portadas e incluso ser elegida como una de las 50 personas más bellas del mundo por la revista People.
El éxito de Baywatch también le permitió conseguir roles en películas de televisión como The Face de NBC y Talk to me de NBS, ambas estrenadas en 1996.
Tras renunciar a Guardianes de la Bahía en 1997, participó en numerosas cintas de televisión como It came from the sky, Ultimate deception, Undercover angel y Road Rage. Además, gracias a esa exposición y su buena evaluación, fue reclutada por el famoso Don Johnson para ser parte de su serie Nash Bridges, donde Yasmine estuvo entre 1998 y 2000 para luego saltar a la serie Titans, la que fue cancelada tras sólo una temporada.
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Las adicciones que acabaron con su carrera
Lo que sus fanáticos no sabían era que Yasmine era una adicta a la cocaína y había estado varias veces en rehabilitación sin buenos resultados. De hecho, se comentaba que entre fines de los 90 y principios de la década de 2000 llegaba drogada a las grabaciones y que incluso varias veces le sangró la nariz mientras estaba en el set.
La situación tocó fondo en septiembre de 2001 cuando Bleeth perdió el control de su vehículo y protagonizó un accidente de tránsito junto a su entonces novio Paul Cerrito -también adicto- en plena carretera. Fue detenida y pasó una noche tras las rejas. Según ella misma reconoció después, ese día estaba “absolutamente drogada”.
Luego de ese episodio decidió someterse a un largo proceso de rehabilitación y se alejó de la pantalla.
La misma Yasmine admitió en un ensayo publicado por revista Glamour que su adicción comenzó en 1998 tras terminar su relación con el actor Richard Grieco, con quien estaba comprometida para casarse. En ese entonces tenía 30 años.
“La coca se convirtió en mi novio, mi mejor amigo… consumía varias veces al día y podía pasarme varias noches sin dormir”, indicó en esa oportunidad.
En su manifiesto, Yasmine señaló que había probado una o dos veces esta droga durante su adolescencia e inicios de sus 20, pero que no creía que fuera algo compatible con ella. “En un comienzo, sólo probaba coca de forma social y con gente que conocía. Tras algunos problemas, hice mi primera llamada para recibir cocaína en mi casa. Era como ordenar comida china. Llamabas y la entregaban en tu puerta. Al principio sólo llamaba los fines de semana y pedía dosis para una noche. Después, empecé a hacerlo durante la semana”, confesó.
“Era lo único en que pensaba: llegar a casa desde el trabajo, cerrar la puerta, poner música y echarme algunas líneas. Dejé de ver a mis amigos, de contestar el teléfono. Sólo escuchaba mis mensajes una vez al día para asegurarme de que no había emergencias. Había visto en la coca una forma de escapar de mis problemas. Con drogas encima, ni siquiera piensas en tus problemas. No había dolor”, reveló.
De acuerdo al diario El Mundo, sus adicciones deterioraron mucho su salud y también su apariencia, lo que la llevó luego a enfrentar un nuevo problema: el sobrepeso.
Para calmar la abstinencia de las drogas, Yasmine comenzó a consumir grandes cantidades de alimentos, lo que la llevó a ganar más de 10 kilos en un año. Por lo mismo, actualmente no es muy asidua a mostrarse en público.
La única excepción la hizo en 2010 cuando participó en una campaña llamada Got Milk, donde apareció con un traje de baño blanco y lucía bastante recuperada. Esto ilusionó mucho a sus fans, que esperaban verla de regreso en alguna producción, pero sólo quedó ahí.
Una de sus últimas apariciones en público fue en 2014 cuando asistió a un evento llamado Venice Beach, pero pocos la reconocieron porque su apariencia ha cambiado por el evidente paso del tiempo, pero también por las batallas que ha debido enfrentar.