El drama de niños que no conocen a sus padres biológicos no es una historia novedosa, sin embargo, es muy efectiva y los canales lo saben.
Actualmente la televisión chilena ofrece cuatro producciones que sin ser completamente iguales, persiguen el mismo fin: apelar a la emoción de los espectadores que se enternecen con la nueva relación que se va forjando entre estos “nuevos padres” y sus tiernos hijos.
Canal 13 ya había explotado esta trama en 2007 con Papi Ricky, donde Jorge Zabaleta era un padre soltero que no veía con buenos ojos que su hija Alicia (Belén Soto) se encontrara con su rebelde mamá biológica encarnada por María Elena Swett.
Por esas “coincidencias” de la vida, actualmente cuatro niños se tomaron la pantalla chica en diferentes horarios y lograron conquistar a la audiencia con sus historias.
La primera en aparecer este año fue Te doy la vida de Mega, donde un niño adoptado que padece de leucemia, necesita un trasplante de médula y la última esperanza de sus padres es encontrar a Fabián (Cristián Riquelme), el papá biológico del menor de edad.
Por supuesto, el hombre siente una tremenda conexión con el niño y con la madre adoptiva de este, cuyo esposo es un exitoso hombre de negocios que la engaña con su hermana.
Meses después de su estreno, TVN lanzó El Camionero, su nueva producción vespertina que aborda el mismo tema. Al igual que en la anterior, Antonio (Marcelo Alonso) un hombre de clase media se entera que tiene una hija de siete años cuya existencia desconocía.
Dispuesto a todo con tal de conocerla, el hombre llega a trabajar al negocio que maneja la madre adoptiva de la niña (María Elena Swett), quien también está casada con un hombre de negocios trabajólico que la engaña con su mejor amiga.
Poco a poco Antonio y la mamá de su hija comienzan a tener una relación cercana que probablemente terminará en un tormentoso romance. Además el hombre y la pequeña se acercan y estrechan sus lazos.
La última producción en llegar y que cuenta una historia similar es Ámbar, la nueva producción vespertina de Mega protagonizada por Álvaro Morales y Sigrid Alegría.
Esta vez la historia se trata de una niña de nueve años que llega a vivir a Santiago junto a su madre y que está obsesionada con encontrar a su papá, cuya identidad nunca ha sido revelada por su madre.
Lo que Ámbar no sabe es que su padre es el jefe de la empresa donde trabaja su mamá y está mucho más cerca de ella de lo que cree. En el intertanto, la niña se acerca mucho al “tío del furgón”, con quien comienza a tener una conexión especial.
Un caso especial es el de Sres. Papis. La teleserie comienza cuando una mujer le dice a Ignacio (Zabaleta) que tuvo un hijo con él y que necesita que lo cuide, lo que cambia completamente la vida de este ejecutivo.
Aunque en el transcurso de la producción se sabe que el hombre no es el padre biológico de Yoni, su relación con el niño se vuelve tan tierna que eso pasa a segundo plano para los espectadores.
El factor del casting
Para que las historias puedan funcionar, la producción necesita dar con los niños adecuados que puedan transmitir la emoción y conectarse con el resto de elenco.
Hasta el momento, la suerte ha estado del lado de los directores pues han sabido seleccionar a pequeños que encantan en la pantalla. Por supuesto, el rol de los coaches de actuación se vuelven vital para poder sacar adelante una escena, así lo explicó hace un tiempo Zabaleta.
“Le dicen cuál es la idea de la escena y él -“Yoni”- ve eso como un juego más. Lo hace de forma natural y así se puede aprender sus líneas y se las aprende la raja. Es un niño muy inteligente en ese sentido”, explicó al actor sobre Diego Guerrero, el pequeño de sólo cinco años que da vida a Yoni.
Pamela Arancibia, la madre de la protagonista de El Camionero, también tiene claro que esto tiene que un juego para los pequeños.“Siendo súper sincera creo que es algo entretenido lo que está viviendo y hay que potenciar sus aptitudes y su talento. Mientras esté feliz y contenta con lo que está haciendo, yo también lo voy a estar y siempre la voy apoyar”, reconoció.