A través de redes sociales, la abogada, Helhue Sukni, reveló estar quedándose en Concepción por motivos laborales (un juicio oral), razón que la llevó a arrendar un departamento por día en la ciudad.
Con ello, y en conversación con BioBioChile, la profesional acusó haber sido estafada, pues el lugar donde se tuvo que quedar “no era lo que salía en la web”.
“En la foto (del anuncio en Airbnb) sale una estufa eléctrica, salían las toallas, salía la cortina de baño. Nunca hubo cortina de baño, había un forro ordinario“, manifestó la letrada a este medio.
Helhue Sukni acusó estafa en Concepción
“(Gasté) más de $21.500 entre el papelero del baño, entre la cortina de baño, una bajada de ducha, bolsas de basura que no habían, una esponja, que no puede ser que te entreguen un Airbnb con una esponja para lavar la loza usada. Yo creo que es lo mínimo, si vale como $2.000 el set de tres (esponjas)”, agregó Helhue.
La abogada explicó que el arriendo no lo había gestionado ella, sino la esposa de su cliente. Por ende, el encargado del departamento se comunicó con dicha persona, a quien, según Sukni, le habría planteado que el problema era ella, y no él.
“A mí me contestó (el encargado) por WhatsApp, porque la niña me mandó el teléfono de él. Me contestó: ‘así se entrega el departamento, no reclame’, pero no es lo que sale en la web“, dijo la profesional, añadiendo que se trataba de un hombre soberbio.
En un video compartido en sus redes, Helhue reveló que el arriendo había sido de $100.000 diarios. “Ese (monto) me dijo la señora del imputado, y la pobre tuvo que pagar dos días, porque la salida era a las 11 de la mañana, y nosotros terminamos el juicio a las 2 de la tarde“.
“Yo le dije a la niña ‘me da miedo que me tire para abajo mi maleta Louis Vuitton’, entonces en la mañana me dijo ‘no, le pagué otro día para que usted se quede tranquila‘”, continuó relatando la letrada.
Tras el episodio, Sukni terminó cambiándose de estancia, optando por un hotel. Antes de dejar el Airbnb, declaró que junto a su colega (otra abogada) habían dejado todo ordenado y limpio. “Nos llevamos todas las cosas (…), llegué al tribunal con una bolsa de supermercado que más encima se me rompió”, cerró.