El periodista fue formalizado por realizar presuntas amenazas al aire dirigidas a un juez de la Corte de Apelaciones de La Serena en 2019.

Este lunes se conoció que el periodista radial Roberto Dueñas fue formalizado por el delito de “atentado contra la autoridad”, tras propiciar presuntas amenazas a un juez y a su hijo menor de edad en 2019.

Según recoge La Hora, sus dichos fueron dirigidos al juez de la Corte de Apelaciones de La Serena, Juan Espinosa Rojas, luego de conocerse una resolución que dictó el magistrado en el contexto del estallido social.

La acusación en su contra dice que Dueñas, durante un programa de la emisora Mi Radio, “amenazó en forma agresiva, difamó e incitó el repudio público en contra de un ministro suplente de la Corte de Apelaciones de La Serena, por una resolución dictada en noviembre”, recoge Página 7.

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Asimismo, “amenazó al hijo menor de edad del magistrado, señalando el curso y colegio en el que estudiaba e incitando actos de hostilidad o futura agresión en contra de esta persona, por las actuaciones profesionales de su padre”.

De acuerdo con el medio, el Juzgado de Garantía de La Serena, dictó una medida cautelar que le prohíbe acercarse a las víctimas y a sus domicilios. Además, se estableció una investigación de 30 días.

Roberto Dueñas tras ser formalizado

Momentos posteriores a la formalización, Dueñas entregó sus impresiones en el matinal Buen Día, de la misma emisora radial. Allí aseguró que sus dichos no sería amenazas.

“Me formalizan cargos por hechos ocurridos durante el estallido social. En noviembre de 2019 hice unos comentarios, nunca amenacé, referentes a una decisión de un juez“, aseguró.

Pese a ello, reconoció haber traspasado algunos límites. “Como es costumbre mía, a lo mejor me salí de madre en algún momento, pero nunca amanece a nadie, ni al juez ni a su familia”, expresó.

Por otro lado, también apuntó a algunas amenazas que recibió en su contra a raíz de sus comentarios, donde contabilizó 20, las cuales habría denunciado en la Policía de Investigaciones (PDI). Sin embargo, no ha obtenido respuesta.

“Hasta el día de hoy, nadie de la fiscalía se comunica conmigo, ni siquiera para preguntar si estoy vivo. Hasta en los muros de la ciudad aparecía mi teléfono, mi nombre”, señaló.

“Me siento un ciudadano de segunda categoría, yo recibí reales amenazas de muerte. Como hombrecito que soy voy a enfrentar todo, porque no amenacé a nadie”, concluyó.