La noche de este lunes la intérprete de “Beso de medianoche”, Cecilia la Incomparable, falleció a los 79 años luego de pasar varios meses con su salud deteriorada. Su representante fue la encargada de dar la noticia del deceso a través de su cuenta de Instagram.
“Gracias por todo el amor enviado durante estos días. Nuestra tristeza es máxima”, escribieron a modo de despedida junto a una fotografía de Cecilia en su juventud, intrépida conduciendo un automóvil de la época de pie y con una sola mano.
Y es que “La incomparable” siempre controversial. Primero por vestir pantalones en sus shows, por llevar el pelo corto y sin peinados elaborados. Pero también por ser poco femenina, algo que no le importaba mucho.
Sin embargo, en 1965, cuando se subió al escenario de la Quinta Vergara como participante de la competencia internacional del Festival de la canción de Viña del Mar, del que resultó ganadora, su “beso de taquito” al público le significó nuevas críticas.
El “beso de taquito” de Cecilia “La incomparable”
Lo venía ensayando hace mucho tiempo, puesto que Cecilia llegó al certamen con una carrera construida e inquebrantable, por lo que la producción le advirtió de entrada que evitara hacer su característico paso.
Emulando lanzar un beso al aire para luego patearlo con su tacón hacia el público, la cantante le demostraba su cariño a sus fanáticos. Cuando lo hizo en el escenario de la Quinta Vergara, sin embargo, la recepción no fue la que esperaba. Abucheos, pifias y reclamos surgieron desde el público.
Sin titubear, la tomecina continuó interpretando “Como una ola” de María Angélica Ramírez, aunque un poco más cohibida.
Pero cuando ganó en el certamen y tuvo que volver a cantar la canción, Cecilia se blindó en su talento y volvió a realizar el “beso de taquito” entre las pifias del monstruo que la acompañaron durante toda su presentación. Y no lo hizo solo una vez, varias, para demostrar su poder.
Posterior a esto, la cantante fue calificada como “poco femenina” por la sociedad de la época, excusándose en que no era un gesto propio de una señorita. De hecho, uno de sus hermanos también estaba en desacuerdo con el “beso de taquito”, tal como contó su sobrino Erto Pantoja en una reciente entrevista con Contigo en la mañana.
Pero a Cecilia no le importaba y en cada concierto o presentación lo hacía, hasta el punto en que el gesto se transformó y se convirtió en su marca insigne que sus propios fanáticos pedían.