Angélica “Kika” Neumann es recordada por su participación en Aquelarre, donde interpretó a la obediente hija de Elena Vergara (Coca Guazzini). Sin embargo, se alejó de las pantallas y se dedicó a la costura. Hoy enfrenta un nuevo desafío: el cáncer cervicouterino.
En abril del año pasado y tras un examen de rutina, los médicos de Neumann descubrieron un tumor que derivó en su actual diagnóstico.
“No salí corriendo desesperada a pedir ayuda. Además, no fue como que me dijeran, tienes un cáncer de grado 10, yo me fui enterando de a poco cuán intenso era en el camino. Tuve miedo, sí, no puedo negarlo. Lo que pasa es que no le di espacio para que me dominara”, afirmó en una entrevista con a la Revista Ya.
Kika Neumann y el cáncer: “He tenido suerte”
La artista se sometió a dos operaciones, cuatro quimioterapias y seis semanas de radioterapia, que no tuvieron los efectos devastadores que sí viven otros pacientes.
“Debo reconocer que he tenido suerte, porque en este proceso he visto gente súper complicada. Yo tuve malestares, pero no dolores intensos o invalidantes”, recordó.
“Los cuerpos son todos distintos. Cuando iba a las quimios, a veces me topaba con personas que había visto antes, entonces podía notar que lo estaban pasando mal en términos de dolor físico”, señaló.
No obstante, una de las cosas más duras que vivió fue ver a todas esas madres en la sala de espera del Centro de Cáncer de la Católica, cuyos niños estaban en tratamiento. “Verlas era muy duro”, reconoció, especialmente en Navidad, que fue el periodo donde ella se atendió.
“A mí no se me cayó el pelo”
Otra cosa que agradece Kika Neumann es no haber perdido el pelo por la quimioterapia, porque piensa que eso “crea un estigma”.
“Comienzan las miradas compasivas. A mí no se me cayó el pelo porque tuve un tipo de quimioterapia hecha para apoyar la radioterapia… Es como un detalle, pero la gente piensa, ¿cómo tiene pelo si tiene cáncer? Pienso que eso fue afortunado, porque vas por la vida como normal y anímicamente sirve mucho”, añadió.
Gracias a ello, durante todo el tiempo que estuvo batallando con la enfermedad, no dejó su trabajo. “Fue rudo, sin duda, imposible que no, aunque yo hubiera imaginado que podría ser mucho peor… pero pude seguir trabajando”, confesó.
“Nunca hubiera imaginado que me sostuvo mi trabajo, que la clientela me daría la energía para seguir firme. Honestamente, puedo decir que nunca he caído en un pozo profundo”, añadió.
Tras terminar sus tratamientos en enero, actualmente se encuentra en una etapa de controles cada tres meses -los que luego se alejarán a cada seis meses-, durante dos años.
“El heavy es ahora en julio. Ese control puede salir malo, o puede salir bueno”, añadió también.
“(Estoy viviendo) en la incertidumbre de mucha gente que tiene o ha tenido cáncer. Porque yo no sé en estos momentos si tengo cáncer. Yo puedo decir que lo más probable es que no tenga, pero eso es una sensación. Es algo que yo espero”, dijo.
No obstante, la actriz comenzó que trata de no aferrarse a “pensamientos negativos o extremadamente positivos. Es un ejercicio diario”.
“Me parece que es bueno que se visualice una enfermedad sin usar un tono como: ‘Oh, pobrecita, tiene cáncer’. Cada vez más uno conoce gente con esta enfermedad, que se operaron, se hicieron los tratamientos y siguieron bien, pero no se puede generalizar porque cada experiencia es única y personal”, cerró.
¿Por qué dejó la actuación?
Kika Neumann, quien estudió con Blanca Lewin y Javiera Contador, trabajó 10 años como actriz y participó en producciones como Oro Verde y Sabor a ti, pero decidió dar un paso al costado.
“No tuve la fuerza emocional para sostener los períodos sin trabajo que pasan los actores”, confesó.
“Yo tenía una forma de ver las cosas más cercana a la autogestión. Durante mucho tiempo me dediqué a la producción de danza contemporánea, de teatro, de música”, recordó.
Sin embargo, no le gustaba aquello, por encontrarlo muy frío, y fue su pareja de ese momento, quien le propuso probar con la moda, donde actualmente está pavimentando una exitosa carrera.