En su primera entrevista luego de permanecer bajo coma inducido por más de dos meses en el Hospital Luis Tisné, el actor Gabriel Prieto habló de su turbulento inicio de año y de las duras consecuencias que le trajo un contagio por coronavirus en septiembre pasado.
“Lo pasé tan mal que creo que es imposible sentirme peor”, reflexionó en diálogo con el diario Las Últimas Noticias a raíz de la falla multisistémica que lo llevó a estar hospitalizado, en total, cuatro meses.
“Estuve inconsciente, sin ningún recuerdo. En esos meses de coma inducido no me acuerdo de nada. Era la nada misma hasta que desperté. Para mí esos meses fueron como si nunca hubieran existido”, agregó sobre su estadía en el recinto médico.
Sobre su ingreso, Prieto recuerda que “el día que llegué estuve más muerto que vivo. Lo último que me recuerdo es estar sentado en una silla de ruedas, totalmente mal. Después, nada más hasta que desperté. Nunca tuve conciencia de lo grave que era esto. Vivía una irrealidad”.
Por ahora, el actor está enfocado en su recuperación. “Al estar inconsciente tuve que pasar todo ese tiempo en una misma posición, acostado. Y estar dos meses y medio así, tiene sus costos macabros (…). Nunca pensé que me iba a tocar así de fuerte, pero así es la vida no más”, señaló.
“Quedé muy, pero muy afectado muscularmente, porque estuve sin movimiento alguno por mucho tiempo. Perdí toda la masa muscular”, dijo Prieto. “Me ha costado pararme en mis dos piernas, por lo que te decía antes (…). Te podría decir que estoy aprendiendo a hacer todo casi de cero”, añadió.
Por ahora, el actor se alista para una operación “de mediana complejidad que se llama pleurodesis, que es para solucionar en gran medida este problema que tengo con la falta de aire”, dijo.