Hace meses el animador Rafael Araneda reveló que su madre Laura Maturana se encontraba en con un complejo cuadro de salud a sus 95 años.
De hecho, el conductor ha debido viajar de emergencia a Chile desde Estados Unidos, donde vive, debido a complicaciones por las que ha atravesado ella.
“Mi mamá está mal. Pero cuando digo mal no es una enfermedad específica, sino que es porque está viejita. Y es lo que la medicina determina como falla multisistémica. Las cosas empiezan a fallar porque están viejitas”, aseguró el año pasado.
“Cada beso que le doy a ella puede ser el último”
Esta semana el conductor vino a Chile y conversó con Eduardo Fuentes en Buenas noches a todos, donde habló nuevamente sobre el estado de su mamá.
“Me acabo de despedir de ella, me he despedido de ella 20 veces”, reconoció. “Cada beso que le doy a ella puede ser el último, pero lo recibe con una alegría extraordinaria”, agregó.
Aunque está mucho más delgada, el animador explicó que “hoy está bien. Quizás no puede verbalizar lo que siente, yo tengo esa esperanza”.
“Ella está postrada, pero sin dolores, súper en paz. Está buena para el chocolate, le gusta comer cositas ricas, y duerme mucho”, afirmó.
“Y en ese estado de somnolencia se conecta. Yo cuando llegué de este viaje, no me reconoció, pero no importa, eso es ego de uno, pero hoy cuando me despedí me dijo ‘mi guagua’”, recordó.
Rafael Aranera reconoció que es muy doloroso que una madre no lo reconozca, “es súper egoísta, pero yo prefiero que ella esté tranquila, y que me diga cualquier nombre”.
Rafael Araneda y su admiración por su madre
La relación entre Araneda y su madre siempre fue muy cercana. De hecho, ella y la hermana del conductor vivían con él desde la muerte de su padre hace dos décadas.
De hecho, el animador reconoció que admira mucho su madre y todo el esfuerzo que hizo en su vida.
“Esta vieja es extraordinaria. Ella se enamora de mi papá, cuando tenía la posibilidad de estudiar. Dicen mis tíos que era la primera mujer de la generación que podía entrar a la universidad”, recordó.
“Pero conoció a este viejo loco, simpático, que estaba trabajando desde chico, porque mi papá tenía 10 hermanos más y él con su hermano mayor tenía que ponerle empeño para llenar la olla#, continuó.
“Cambió todos los pergaminos que tenía la sociedad para ella en ese momento por mi papá, y yo se lo agradezco”, dijo.
Finalmente, el conductor afirmó que está en paz con lo que pase. “Dios dirá, ella es muy creyente, es de rito, de misas, muy distinta a mí en ese sentido, entonces, tiene otras habilidades que yo no tengo”, concluyó.