Clara, la hija de dos años de Mónica Rincón y nacida con Síndrome de Down, falleció en 2013, producto de problemas al corazón.
La periodista Mónica Rincón envió un sentido mensaje a la animadora María Luisa Godoy, quien en el programa De tú a tú reveló el hijo que espera tiene Síndrome de Down.
“Querida María Luisa. Pura felicidad le espera a tu hijo. Miles agradecemos tu testimonio como un aporte para que este sea un país más inclusivo y acogedor”, escribió la profesional en Instagram.
Querida María Luisa @MariaLuisaGodoy Pura felicidad le espera a tu hijo.
Miles agradecemos tu testimonio como un aporte para que este sea un país más inclusivo y acogedor. 💜💜💜💜💜 https://t.co/ltpC8mZVCZ— Mónica Rincón González (@tv_monica) August 22, 2022
La conductora de CNN Mónica Rincón conoce de cerca la condición que tendrá el quinto hijo de María Luisa Godoy.
Su hija Clara nació también con Síndrome de Down, aunque en su caso la pequeña presentó complicaciones de salud desde el primer momento y pasó sus primeros 8 meses de vida en la UTI.
En 2013, con 2 años y 4 meses, la niña falleció producto de una insuficiencia cardíaca. “Para mí, la Clara es un regalo maravilloso, igual que Vicente (su mellizo). Los dos son los niños más deseados y queridos del mundo”, dijo Rincón en una entrevista a la revista Ya en 2012.
“Sé que cuando te lo dicen es una noticia dura, pero con lo maravillosos que son, no puedo ver más que con alegría su nacimiento. Tiene necesidades especiales la Clara, pero es una luchadora, es exquisita, preciosa y la adoro”, afirmó.
“Lo peor es cuando no sabes el escenario que enfrentas”
Una de las cosas que contó María Luisa Godoy durante su entrevista con Martín Cárcamo es que junto a su esposo recibieron la noticia con angustia, pero no por el diagnóstico, sino por el temor de que el bebé desarrollara enfermedades asociadas habitualmente a él.
“Con Nacho vivimos tres meses duros, porque lo peor es cuando no sabes el escenario que enfrentas”, recordó.
“Empezamos a tener un poco más de certeza a las 25 semanas, cuando nos dijeron que no tenía problemas al corazón, al intestino ni a los riñones”, agregó.
“Entonces no es un niño enfermo. Tiene una condición, síndrome de Down, pero está sanito. Tenemos que esperar que nazca y ver qué pasa”, confesó María Luisa Godoy.
Pero eso no fue todo, ya que también recordó el doloroso momento que vivió tras comenzar a contar la noticia a sus cercanos, algunos de los cuales incluso dejaron de felicitarla por su embarazo.
“No me dolió por mí, sino por él, porque es increíble lo que falta por avanzar todavía, para que la gente se dé cuenta de que los niños con síndrome de Down son un tremendo aporte como cualquier ser humano, que ojalá eso no determine quién es, sino que los vean como la persona que va a ser. Eso me da miedo”, indicó.
“Yo lo único que quiero es que sea feliz (…) Para mí de verdad es un motivo de alegría, un ser humano maravilloso y ya lo amamos demasiado, toda nuestra familia”, dijo.
Mónica Rincón también compartió el temor de María Luisa Godoy
Una reflexión similar hizo Mónica Rincón el año pasado. Aunque no suele hablar de su vida privada, hizo una excepción en conversación con Katherine Salosny.
“Tener una hija con Síndrome de Down es un regalo, pero la sociedad en Chile no permite eso porque aún se discrimina mucho y porque se violan los Derechos Humanos de las personas en situación de discapacidad todos los días”, afirmó.
“Yo viví mi situación de discapacidad en una situación de privilegio, porque Clara pudo tener acceso a las terapias, los doctores. No solo es una cosa de recursos, al cariño, al amor, al orgullo de tenerla, su alegría. Para nosotros tener a la Clara fue una fiesta”, reconoció.
“Ella fue un regalo y pudimos vivirlo como un regalo, porque al final el mundo de las personas con discapacidad es uno al que uno no se asoma todos los días y que le cambia la perspectiva cuando a uno le pasa”, dijo.
“Ahí es imposible no empatizar. Por lo tanto, yo digo que en esta familia todos tenemos Síndrome de Down y para siempre”, agregó.
“Los regalos que nos dejó la Clara es abrirnos a la vida, al mundo de las personas en situación de discapacidad, de tener otra empatía con esos temas y sentir que es una labor de por vida”.
“No son ni superhéroes ni angelitos, son personas con una tremenda resiliencia que es distinto. Pero obviamente te cambia la vida, y que es imposible ver para algunas personas”, cerró.