Roberto Cox exhibió la noche de este domingo la segunda parte del reportaje sobre la vida en Afganistán, donde muestra cómo es el acontecer en aquel país tras la llegada de los Talibanes al poder.
En este sentido, el reportero acompañó en patrullajes de la policía, habló con guerrilleros a cargo de la seguridad en Kabul, vio cómo se da el fenómeno de la adicción al opio en la población y escuchó testimonios de mujeres que han sido privadas de sus derechos.
No obstante, durante el reporteo Cox vivió un instante de bastante tensión. Esto luego que un talibán le dijera que “sólo grabara cosas positivas, nada malo”.
Tras eso, confirmó, él y su equipo fueron invitados por uno de los jefes de la policía a un almuerzo, donde le indicaron que revisarían todas las imágenes que había filmado.
En aquel instante, sostuvo, debió ir al baño para eliminar algunos videos que pudieran resultar perjudiciales durante su estadía en aquel país.
Finalmente, contó, el grupo le aconsejó sacar algunas grabaciones que había hecho a la población y lugares posiblemente problemáticos en Kabul. No hubo ningún tipo de castigo al equipo.
De acuerdo a lo que consignó Roberto Cox, hace poco el régimen Talibán obligó a las mujeres a usar el burka para salir a la calle. En caso contrario, ellas y familiares hombres pueden ser castigados.
El burka cubre por completo el cuerpo de las mujeres, teniendo una abertura mínima en la zona de los ojos para que puedan ver.
Hay que recordar que a mediados del año pasado el grupo armado se hizo con el control del país, luego que Estados Unidos retirara sus tropas tras más de una década.