Diversas actrices acusan al cineasta japonés Sion Sono por acoso, propuestas indecentes e incluso de un intento de violación.
Varias actrices han acusado al controvertido cineasta japonés Sion Sono de acoso y de intentar tomarse licencias sexuales con “la mayoría de (sus) protagonistas femeninas” durante años, según un artículo publicado en Shukan Josei Prime.
El citado portal publicó el lunes un extenso artículo en el que, de forma anónima, varias mujeres vinculadas a la industria del entretenimiento japonés acusaban a Sono (Toyokawa, 1961) de hacer propuestas indecentes, sobrepasarse e incluso de un intento de violación que habría tenido lugar hace una década.
Un día después, cuando varios medios especializados anglosajones se hicieran eco de las acusaciones, la japonesa Milla Araki, que se define como diseñadora de moda y exactriz, compartió uno de los artículos en Twitter con el mensaje: “No es sólo acoso sexual, es mucho más, me atacó. Sí, soy una de las víctimas”.
En un mensaje que se mantenía hoy como página principal de la web de su productora, Sion Production, Sono se disculpó por los inconvenientes ocasionados por las revelaciones y escribió: “Siento la falta de consideración que he tenido con las personas que me rodean y me gustaría enmendarlo a partir de ahora”.
No obstante, el cineasta negó las acusaciones señalando que la información del artículo “difiere de los hechos” y que tomará “las medidas oportunas” a través de su representante.
“El comportamiento depredador de Sono hacia las mujeres ha sido bien conocido entre los cineastas japoneses durante años, pero ninguno se atrevió a hablar por miedo a una reacción violenta y al ostracismo”, denunció el actor Yuki Matsuzaki en un hilo de Twitter en el que aborda el silencio de la industria nipona.
El actor ha estado compartiendo en redes testimonios de mujeres que dicen haber sufrido el acoso del cineasta o haber escuchado durante años las advertencias sobre su conducta.
Las acusaciones contra Sono se conocen un mes después de que varias mujeres formularan alegaciones similares contra otro prominente cineasta nipón, Hideo Sakaki (Goto, 1970), en la revista Shukan Bunshun, y contra el actor Houka Kinoshita (Daito, 1964).
Según las mujeres, que también se refugian en el anonimato, ambos habrían abusado de su posición para propasarse y coaccionarlas para tener sexo a cambio de promesas sobre el futuro de sus carreras.
Sakaki ha reconocido haber mantenido relaciones sexuales con algunas de ellas, pero afirma que fueron consensuadas.
Estas revelaciones llevaron a decenas de profesionales de la industria japonesa, entre los que figuran nombres como los de los directores Hirokazu Kore-eda y Miwa Nishikawa, a suscribir un manifiesto en contra de estos abusos.