Durante la tarde del sábado, la expareja de Iván Cabrera, Antonella Muñoz, desmintió que el bailarín chileno la haya agredido sexualmente luego de acusarlo públicamente a fines del año pasado. “Jamás abusó de mí, jamás me obligó a nada”, comentó entonces.
Es por eso que Tiffany Magrini, quien fue esposa del exDiscípulo del Chef comentó cómo fueron estos días bajo el ojo de la crítica.
“Creo que ella (Antonella Muñoz) se dio cuenta de lo que hizo, del daño que causó, y de que al final estaba hablando hablando cosas que no correspondían y que no eran”, dijo la modelo venezolana en conversación con Las Últimas Noticias.
“Más allá de su vida íntima y privada, estaba diciendo cosas que son súper fuertes y que no solamente lo perjudicaban a él (Cabrera), (sino que) también a mis hijos”, añadió, asegurando que Muñoz se le habría acercado para pedir disculpas.
“Le di las gracias, porque el daño no fue solamente para Iván. Hay un montón de personas que estamos detrás de él y que fuimos afectadas”, agregó.
“Lo he visto muy mal”
Luego, Magrini comentó cómo han sido los últimos días del bailarín en medio de las acusaciones. “A Iván lo he visto muy mal, demasiado mal”, adelantó.
“Se refugió en los niños y se los trajo todo enero a la playa para tratar de estar un poco más tranquilo, porque es imposible evadir (la situación)”, comentó al medio.
Originalmente Muñoz aseguró en un live de Cecilia Gutiérrez que el exchico Rojo es un “psicópata”, acusando que la drogaba, que fue violada e incluso que le enviaba videos íntimos junto a su entonces pareja, Gala Caldirola.
Sin embargo, el sábado Muñoz publicó dos videos de Instagram donde ofreció disculpas públicas a Cabrera “por todo el daño que he ocasionado a él, a su familia, y por sobre todas las cosas quiero ofrecerle disculpas públicas a sus hijos, por dañar la honra de su padre”.
“Desmiento todo lo que dije, él jamás abusó de mi, jamás me obligó a nada”, escribió junto a las imágenes.
A pocas horas de la publicación de Muñoz, Cabrera aseguró en redes sociales que “fueron 17 días de pesadilla, de vivir el peor momento de mi vida”.
“¿Pero saben? ¡Aún así no tengo odio ni rencor! Quien me acusó lo hizo desde la desesperación, de la mano de estar mal por culpa de las malditas drogas y estar rodeada de malas influencias”, afirmó.
Tras la acusación, continuó, “estuve calladito aguantando miles y miles de mensajes donde me trataron de lo peor” y se refugió en sus cercanos, a quienes les agradeció.