En el marco de una transmisión vía Instagram junto a Carmen Gloria Arroyo, Pamela Díaz se refirió al escaso apoyo económico que ha recibido de parte de sus exmaridos.

La conversación se dio en el marco de la presentación de “Y no vivieron felices para siempre”, libro donde “La Jueza” ahonda en los líos judiciales alrededor de los divorcios y separaciones.

“El otro día yo subí una historia donde fui a buscar la pensión alimenticia de mi hija, de la Pascu, porque no me han pagado nunca, desde que me separé. Y por primera vez yo me atreví tanto, también con el tema de mis otros dos hijos porque nunca la había pedido”, recordó la modelo, tal como consigna el diario La Cuarta.

Según “La Fiera”, nunca necesitó exigir la pensión alimenticia de sus hijos “porque me iba bien”. “Y como yo pagaba todo, yo mandaba a mis hijos, yo hacía lo que quería y no necesitaba alguien que me estuviera aquí molestando… Grave error”, señaló.

“Durante 13 años no recibí ni un peso y ahora, como las cosas han cambiado, dije: ‘Bueno, tengo que hacer un cambio yo también’. Hoy día pido la pensión alimenticia”, agregó.

Sobre la experiencia, Díaz reconoció que sintió “un poco de vergüenza” al momento de hacer el trámite. “Porque yo hice la fila en el Banco del Estado… Le digo (al funcionario): ‘Vengo a ver si me depositaron la pensión de alimentos’. Entonces me dice: ‘Pero ¿cómo?’. Le digo: ‘¿Pero dónde debo ir? ¿A qué mesón?’. Y te pasan una hoja con un RUT… Igual te da como… ¿Por qué tengo que llegar a esta instancia si el hijo es de los dos?’”, dijo.

A pesar de lo anterior, también aseguró que la relación con sus dos exmaridos, Manuel Neira y Fernando Téllez, continúa siendo cordial: “Yo les dejo libre albedrío a los papás que vean a los hijos cuando quieran. Yo soy así súper, demasiado buena gente”.

Sobre el tiempo compartido de sus hijos, también confesó que “a veces yo también quiero estar sola un fin de semana… Creo que debería ser compartido. Pero cada uno sabe cómo termina su relación y todo lo que pasa. A veces amanezco como: quiero un fin de semana para mí”, dijo.

“También la preocupación es que yo los veo, estoy atenta si van al doctor o no van al doctor, los cuido, tengo que hacerme cargo del colegio, que me ayudan mis nanis, gracias a Dios, que son muy bacanes… Ellas trabajan conmigo hace siete años y son bacanes, sino estaría cagada. Mis papás igual”, añadió.