La pandemia ha obligado a muchos a tener que reinventarse para poder subsistir. Uno de ellos es Ernesto Belloni, quien reveló que hoy en día vive gracias a las inversiones en propiedades que hizo durante sus años de carrera.
En conversación con LUN, el comediante señaló que en sus primeros años en televisión, ahorró al menos un cuarto de su sueldo. Esto, luego que le tocara vivir una compleja Navidad.
“Cuando trabajaba de manera más bien underground haciendo La Tía Carlina, el trabajo era muy inestable. Una navidad no tenía que comprarles a mis hijos. Tuvo que vender un televisor Kioto en el persa Bío-Bío. Prometí que nunca más iba a pasar”, aseveró.
El artista sostiene que fue precavido, ya que “más que a la muerte siempre le temí a la vejez. Miraba a los viejitos en la calle o a esos comediantes que mueren solos en una pieza y hay que hacerles beneficio”, sostuvo.
“Trabajé durante 50 años y fui súper previsor. Hice muchas inversiones en propiedades. Hoy día vivo de los arriendos”, agregó Belloni.
“En vez de cambiar la tele o gastar en la plata en leseras, yo decía ‘compremos un departamentito"”, admitió.
Belloni contó que la mayoría de sus arrendatarios le pidieron rebaja o perdonazo por uno o dos mes debido a las complicaciones derivadas de la pandemia. “A todos se les dio”, puntualizó.
A su vez, el humorista ideó hace un tiempo un multivitamínico llamado AN-X1 Control “que ayuda a controlar los estados nerviosos”, negocio que actualmente está a cargo de uno de sus hijos.
“Con la pandemia y después del Festival de Viña 2020 comencé a escribir un show nuevo con este cambio de humor más político. Todos los días lo leo y lo voy mejorando o empeorando. Siempre estoy trabajando en eso. Quiero hacerlo presencial porque uno goza con el público”, mencionó.
Pese a que los escenarios han permanecido cerrados, Belloni cuenta con dos espectáculos on demand: Los años dorados de la tía Carlina y Che Copete con la cuarentona. “Se grabó y ya no tengo gastos. Lo que entra, bienvenido, pero no es una cosa para vivir tampoco”, reconoció.