El día de ayer se dio fin uno de los escándalos más mediático del año, relacionado al mundo del espectáculo. Los protagonistas fueron, una vez más, la familia Calderón – Argandoña y el rol principal corrió por cuenta del menor de todo el clan: Hernán Calderón Argandoña.
Este miércoles la justicia entregó la decisión final respecto al bullado caso del joven estudiante de Derecho, quien a fines de agosto ingresó hasta el departamento de su padre, el abogado Hernán Calderón Salinas, lo atacó con un cuchillo y luego se retiró del lugar.
Lo concreto: Nano deberá cumplir su condena en libertad vigilada por una serie de delitos que cometió en el último tiempo.
Todo esto fue posible luego que el Ministerio Público y la defensa de Calderón Jr. llegaran a un acuerdo judicial que permitiera una salida alternativa al caso, en la cual el imputado aceptó todos los cargos.
No obstante, el camino a esta definición fue bastante largo, tortuoso y terminó por dividir completamente al mediático grupo.
En todo este tiempo hubo acusaciones de un supuesto acoso de Calderón Salinas a la polola de su hijo, polémicas entrevistas de las mujeres de la familia y fallos judiciales.
El llanto de Raquel Argandoña
No cabe duda que la gran defensora de Calderón Argandoña fue su madre, Raquel Argandoña, quien estuvo encargada de contratar la defensa legal de su hijo, llevarlo hasta la Clínica Psiquiátrica El Cedro y ser en gran parte su soporte emocional mientras estaba cumpliendo la prisión preventiva en la cárcel Santiago 1.
Ya el pasado 20 de Agosto, cuando fue a ver a su retoño en El Cedro, Argandoña se quebró ante los medios de comunicación. En ese entonces la opinóloga sostuvo que Gendarmería no estaba dando un trato correcto al, en ese entonces, imputado por parricidio frustrado.
“Mi hijo necesita tratamiento. Los profesionales no lo han podido diagnosticar. Mi hijo está amarrado 24 horas de manos y de pies con una cadena. Ni siquiera se la sueltan para bañarse ni tampoco para comer. Hasta a un perro tu lo sueltas para caminar”, expresó.
Nano Calderón sufrió un duro revés judicial el pasado 27 de agosto, cuando la Corte de Apelaciones cambió el lugar donde debía cumplir su prisión preventiva, siendo trasladado hasta el penal Santiago 1.
Sin duda aquello significó un profundo dolor para Argandoña, quien tuvo su máximo desahogo en una entrevista con Amaro Gómez Pablos para su programa, el matinal Bienvenidos. Justo ahí, la figura televisiva emitió juicios especialmente duros con toda su familia.
“Toda mi familia necesita tratamiento, somos una familia de mierda, tanto Hernán como mi hijo, mi hija y yo obvio que necesitamos tratamientos. Somos una familia muy expuesta y es por mi trabajo, que mis hijos también se ven expuestos. Pero tengo que asumirlo, soy valiente y lo asumo”, expuso en ese entonces.
Junto con eso, la mujer descartó que su hijo haya tenido la intención de matar a su propio padre, asegurando que el joven sólo tuvo el deseo de asustarlo.
“La querella por parte del padre dice ‘matar’. No. Yo conozco a mi hijo, una madre siempre conoce a sus hijos. Nano quiso asustarlo, pero nunca matarlo. Para mi hijo, Hernán es un súper papá. Y cuando se entera de estos WhatsApp que su polola le mandó mucho tiempo antes de lo sucedido, y se entera de las posibles tocaciones -digo posibles porque esto está en juicio- obviamente no puede entender que su papá le haya hecho tocaciones a su polola. Es muy fuerte”, indicó.
Durante el espacio también realizó un mea culpa respecto a su rol como madre: “Nosotros fallamos como papás. Quizás por darle económicamente todo lo que no tuvimos cuando fuimos jóvenes, descuidamos a nuestros hijos. Yo solo me gustaría pedirle perdón tanto a Kel como a mi hijo por haber fallado como padres”.
Kel y su separación con la familia
Tomando distancia absoluta de su madre, Raquel Calderón Argandoña (Kel) decidió apoyar en todo este proceso a su padre, Hernán Calderón Salinas. Sin ir más lejos, la egresada de Derecho entregó una declaración judicial donde evidenciaba duras acusaciones contra su hermano, haciendo referencia a malos tratos con pololas, sus padres y ella misma.
“Yo no lo declaro esto en un afán de hundir a mi hermano, sino que de verdad creo que es la forma de proteger a mi padre, ya que mi hermano tiene problemas con la violencia y creo que sí puede agredirlo nuevamente y no solo a él sino que también a mí, sobre todo porque mi hermano puede pensar que yo he estado defendiendo mucho a mi papá y me da temor lo que pueda pasar”, enfatizó en una ocasión.
Asimismo, meses atrás, fue la propia Kel quien capturó el video donde aparece Nano Calderón tomándose una selfie en el ascensor, mientras estaba con manchas de sangre, situación que ocurrió después del ataque a su padre.
La relación entre padre e hija parecía estar fortalecida, pero todo se derrumbó (sí tal como dice la canción de Emmanuel) cuando Calderón Salinas modificó las figuras legales en su querella contra Nano.
De esta forma, el hombre de 23 años pasó de ser un imputado por parricidio frustrado a estar acusado de lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar, situación por la que finalmente fue condenado el pasado miércoles.
Sin duda, esta decisión tomada por el abogado caló hondo en la influencer, quien también terminó distanciándose de él y separando caminos, tal como lo había hecho con su madre en agosto pasado.
Sin ir más lejos, en entrevistas dadas a LUN y Velvet en noviembre pasado la futura abogada sostuvo que su madre “le había hecho daño” y que con su padre “no se hablaban hace meses”.
“Él estaba sobrepasado con la situación. Estaba sufriendo mucho por tener a su hijo privado de libertad. Al final, la sensación tanto mía como la de mi hermana Francisca es que lo único que le empezó a importar fue eso. Los sentimientos opacaron un poco a la razón”, sostuvo sobre su progenitor.
“A nosotras nos citó fiscalía a declarar y nosotras accedimos para colaborar con la justicia. Obviamente por eso se rompieron las relaciones. No hablo con él desde esa fecha. Él decidió representarse solo porque no estaba de acuerdo con todo lo que pensábamos las personas que estaban a su alrededor”, agregó en ese entonces.
Las palabras hacia su madre tampoco fueron amables, dando a entender que se habían distanciado desde el momento que Argandoña decidió acompañar a su hijo.
“Ese día cambió la vida de todos y nada volvió a ser igual. A mí me dejaron súper sola (…) Ha sido un proceso muy agotador, pero muy enriquecedor. Creo que hoy soy otra persona. Me ha costado aceptar que necesito mucho apoyo de mis amigos y de las personas que han estado siempre al lado mío”, expuso sobre la opinóloga.
A lo que añadió: “Nunca pensé que mi mamá, por proteger a mi hermano, iba a ser capaz de hacerme tanto daño a mí”.
¿Qué queda para Nano?
Sea como sea, el panorama judicial para Nano Calderón comenzó a cambiar desde el pasado 26 de octubre, cuando la justicia autorizó que fuera trasladado a una clínica psiquiátrica a cumplir sus medidas cautelares, saliendo así de Santiago 1.
En ese momento ya se sabía que el Ministerio Público y la defensa del estudiante de derecho buscarían una salida alternativa del caso, más aún teniendo en cuenta la decisión de Calderón Salinas de modificar los delitos atribuidos a su hijo.
La resolución se dio a conocer este miércoles en un fallo que al parecer dejó bastante conforme a Calderón Argandoña, a quien se le vio celebrando con un asado acompañado por su polola y una fiesta junto a amigos, en plena pandemia.
Lo cierto es que el joven fue condenado por los delitos de amenazas no condicionales, lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar y lesiones graves. La sentencia deberá cumplirla en libertad vigilada.
A eso se le sumaron penas como la prohibición de acercarse a su padre, el pago de una multa de 51.000 pesos por daños a la propiedad del abogado y continuar con su terapia con psiquiatra.
Las reacciones públicas por este hecho no se hicieron esperar y, al menos en redes sociales, muchas personas criticaron que Nano haya tenido una salida alternativa, más aún teniendo en cuenta la gravedad de los hechos que cometió meses atrás.
No obstante, el propio estudiante se jactó de haber recibido apoyo de sus amigos en su cuenta de Instagram, donde publicó una historia señalando: “Gracias por todos sus comentarios cabros. Tengo el DM (mensajes directos) colapsado. De a poco los iré contestando”.
Por ahora, ninguno de los integrantes de la familia se ha referido a este tema de manera pública. De momento Kel está dedicada a sus labores de influencer y Raquel no ha dado más declaraciones en Canal 13.
Teniendo en cuenta todo este caso, que se extendió por cuatro meses, bien vale preguntarse: ¿Será éste el último escándalo de la familia Calderón – Argandoña?, ¿Podrá haber un nuevo acercamiento entre los cuatro integrantes?, ¿Cumplirá Nano con su terapia de control de impulsos?, ¿Podrán perdonarse con su padre?.
A eso hay que sumarle otro cuestionamiento que surgió meses atrás, el cual tiene relación con la carrera de Calderón Jr. y las dificultades que podría tener para recibirse como abogado, en el caso que quiera perseverar con su carrera y tenga el apoyo de su familia.