La británica Ghislaine Maxwell se declaró el martes no culpable de tráfico sexual de jovencitas para satisfacer los deseos de su expareja, el difunto financista Jeffrey Epstein, y deberá esperar su juicio en prisión ya que una jueza de Nueva York rechazó su libertad bajo fianza.
Maxwell, de 58 años y que integraba el jet set británico y estadounidense, compareció en una corte federal de Manhattan vía videoconferencia desde una cárcel de alta seguridad de Brooklyn, donde está detenida tras su arresto el 2 de julio.
Los fiscales acusan a Maxwell, hija del difunto magnate de la prensa británica Robert Maxwell, de seis delitos por ayudar al financista estadounidense a “reclutar, establecer vínculos emocionales y finalmente abusar” de varias menores de edad.
Epstein fue inculpado de tráfico sexual de menores en julio del año pasado y se suicidó un mes después en una cárcel de Nueva York, donde aguardaba su juicio.
Los presuntos crímenes cometidos por Maxwell ocurrieron entre 1994 y 1997, y la inculpación menciona a tres jóvenes, una de ellas de apenas 14 años cuando fue abusada.
Maxwell se hacía amiga de las chicas, las invitaba al cine y a hacer compras, y luego las convencía de dar masajes sexuales a Epstein, con el torso o todo el cuerpo desnudo, durante los cuales él incurría en actos sexuales, según los fiscales.
Los fiscales aseguran que a veces Maxwell participaba en los presuntos abusos ocurridos en las mansiones de Epstein en Nuevo México, Palm Beach o Manhattan.
Señalan que la acusada “persuadió, indujo, incitó y obligó” a víctimas menores de edad a viajar de un estado del país a otro con el propósito de participar en actos sexuales ilegales.
Si es hallada culpable enfrenta hasta 35 años de cárcel.
“Depredadora sexual”
La jueza federal de Manhattan Alison Nathan fijó para el 12 de julio de 2021 el inicio de su juicio, tras rechazar el pedido de la acusada de pagar una fianza de cinco millones de dólares a cambio de quedar en arresto domiciliario en Nueva York, con un brazalete electrónico.
“Los riesgos son simplemente demasiado grandes”, dijo la jueza, que destacó “sus conexiones extranjeras significativas”, que es también ciudadana de Francia y Gran Bretaña, además de Estados Unidos, y “sus extraordinarios medios financieros”.
También aseguró que la pandemia de coronavirus “no es un argumento para liberarla”.
El abogado de Maxwell, Mark Cohen, dijo que la acusada está detenida en aislamiento y que solo se le permite bañarse cada 72 horas.
Maxwell, de camiseta oscura y con el cabello recogido, casi no habló en la audiencia.
Los fiscales aseguran que hallaron recientemente 15 cuentas bancarias asociadas con Maxwell, que llegaron a totalizar más de 20 millones de dólares.
Dijeron que parece que está escondiendo activos y que usó un seudónimo para comprar una lujosa mansión en New Hampshire donde fue hallada el 2 de julio por el FBI.
También indicaron que intentó escaparse de la policía durante su arresto.
La presunta víctima Annie Farmer participó en la audiencia y describió a Maxwell como “una depredadora sexual que estableció un vínculo emocional conmigo para abusar de mí, y abusó también de varias otras mujeres”.
En un testimonio escrito, otra víctima anónima acusó a Maxwell de “manipulación sádica, abuso odioso y deshumanizador”.
“Jeffrey Epstein no podría haber hecho lo que hizo sin ella”, escribió. “Ella lo acicateaba y lo alentaba”.
El príncipe Andrés bajo lupa
Las acusadoras de Epstein aseguran desde hace años que Maxwell manejaba una red de mujeres que reclutaban a jovencitas. Maxwell niega las acusaciones.
Tras el suicidio de Epstein, los fiscales anunciaron que irían detrás de sus co-conspiradores.
Epstein, que murió a los 66 años, era gerente de un fondo de inversión con amigos famosos y poderosos, incluidos el expresidente Bill Clinton y el príncipe Andrés de Gran Bretaña.
El arresto de Maxwell ha puesto bajo la lupa a Andrés, segundo hijo varón de la reina Isabel II, quien niega tajantemente haber mantenido relaciones sexuales con una joven de 17 años provista por Epstein.
Los fiscales acusan al príncipe de no querer cooperar con la investigación porque no han conseguido interrogarlo, pero éste lo niega.
Epstein fue condenado en Florida en 2008 por pagar a jovencitas a cambio de masajes, pero solo pasó 13 meses en la cárcel (y podía salir durante el día a trabajar) gracias a un acuerdo secreto firmado con el entonces fiscal general del estado Alex Acosta, luego secretario de Trabajo del gobierno de Donald Trump.
Aunque su muerte fue catalogada como un suicidio, ha alimentado teorías conspirativas. La mayoría especulan que fue asesinado para que no revelase información comprometedora de sus amigos poderosos.