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Si hay un personaje que los mexicanos están odiando con toda su alma por estos días, ese es Luisito Rey. El padre de Luis Miguel, se ha robado todo el protagonismo en la serie homónima de Netflix, que está arrasando en América Latina.
El personaje es interpretado por el actor español Óscar Jaenada, quien a sus 43 años, cuenta con una amplia carrera que incluso le llevó a interpretar a otro icono para los aztecas: Mario Moreno “Cantinflas”.
Tanto para dar vida a Luisito Rey como a Cantinflas, el intérprete se puso al servicio de ambas producciones y se transformó quedando prácticamente irreconocible.
Jaenada no sólo ha desarrollado su carrera en España y México, pues también probó suerte en Hollywood, consiguiendo roles en películas como Che: guerrilla, de Steven Soderbergh; Piratas del Caribe: Navegando en Aguas Misteriosas, donde compartió con Johnny Depp; Miedo profundo, junto a Blake Lively; entre otras.
Pero a pesar de su amplia experiencia, sin duda que será su rol como el malvado padre de Luis Miguel, el que más reconocimiento le traerá. “Cuando empecé a investigar para el personaje me mandaron una biografía de Luisito Rey, la leí y me pareció impresionante. Después de eso no enfaticé en nada de lo que había hecho y eso me pareció interesante porque a pesar de que no me gustó, tenía que creérmelo para interpretarlo”, dijo al portal La teja.
Para el actor, Luis lo único que deseaba era proyectar sus deseos de ser artista en su hijo. “Luisito estaba dispuesto a lo que fuera para ver triunfar a su hijo, él ya tenía la experiencia de una carrera fallida, tenía una nueva oportunidad y no la iba a desaprovechar, si tenía que dar una patada la daba. Era un tipo que siempre sobrepasaba el límite”, agregó.
“No sé qué tan malo o bueno fue (lo que hizo con su hijo), pero hay casos como los de las hermanas Williams (Venus y Serena) o el de Michael Jackson que tuvieron padres muy exigentes y complicados y eso los ayudó a convertirse en lo que fueron”, finalizó.
