Si hay alguien imprescindible en la televisión tras un sismo, terremoto o tsunami, es Marcelo Lagos. El geógrafo siempre está atento a cada una de estas emergencias, por lo cual suele ser el primer experto en salir al aire para explicar la situación.
Poco a poco se fue ganando el cariño del público, quienes lo ven como una figura que les da algo de tranquilidad en medio de la conmoción. Sin embargo, Lagos es un chileno más que también se asusta con las alertas e incluso sale arrancando cuando el pánico se apodera de él.
Así lo confesó este martes en el matinal Bienvenidos, donde recordó una anécdota vivida durante el terremoto de 2014 en Iquique. “Yo estaba el 1 de abril, el día del terremoto, en Iquique. Llegué a las cinco de la mañana”, comenzó a relatar.
Debido al movimiento telúrico y al pánico de la gente por el temblor de 8.2 vivido la noche anterior, no pudo encontrar comida ni agua durante el día. “En la noche, después de hacer visiones de alturas de tsunami (…) pregunto en la conserjería si hay algo que comer, me dicen ‘no hay nada, pero cómase todo lo que hay en el frigobar’. Subí ansioso por un Chocman, lo que fuera. Llego arriba, abro el minibar, había dos petacas de whisky, de esas chiquititas. Dije ‘no’. Lo cerré. Mi ángel bueno me dijo ‘no’, y me acosté“, relató sacando risas en el panel del programa.
“Como no tenía nada, fui al baño y traté de abrir ese estanque del wáter, para tomarme el agua. El estanque, no el wáter. El estanque salía de la pared. Entonces no había estanque. Me fui a acostar y dije ‘no tengo agua’. Así que me tomé la petaca de whisky y me acosté con zapatos, porque no paraba de temblar…”
A las 23:30 horas ocurrió otro sismo de 7.6, lo que inmediatamente activó las sirenas. “El público ya estaba sensibilizado, porque habían tenido un 8.2 el día anterior, y empiezan a correr”, explicó.
En tanto, él se instaló en su habitación en el piso 13 con sus instrumentos. “Dije ‘este es mi momento’. Comencé a poner el trípode en el balcón pequeño, que estaba medio dañado, apuntando al mar, para medir el tsunami mientras entra“, aseguró.
Estaba en dicho proceso cuando escuchó gritar a un famoso en la habitación siguiente, pero él siguió poniendo los equipos instalándolos hacía el mar. “Se veía toda la playa Cavancha (…) Veo a la gente corriendo, desplazándose con pijamas, gritando, con linternas…”
En situaciones así, “uno corre y evacúa, pero yo estaba instalando instrumentos. Inmediatamente guardé todo, me puse la mochila, salí. Voy saliendo y, como escuchaba los gritos del famoso, que yo no sabía que era famoso, golpeé la puerta y abrí (…) Ahí me dijo ‘¡no puede ser, eres tú! ¡Un milagro!’”, dijo, sacando más risas en los animadores, quienes recordaron los memes de Lagos donde aparece como Jesús.
Frente a esto, Polo Ramírez interviene: “Imagínate, estás en un terremoto, no puedes salir, y el que te abre es Marcelo Lagos”.
“Independiente de ello, bajamos juntos. Estaba muy emocionado y muy molesto. Me dijo que iba a hablar con su mánager, porque no le gustó haber vivido esa experiencia ahí”, dijo.
Debido a todo lo ocurrido, Lagos perdió los datos que estaba tomando y lo peor fue que no hubo tsunami. “Me fui al estadio Tierra de Campeones, y cuando llegué arriba, con mi linterna, otra acá en el pecho, iba con una webcam, con varios equipos… La gente me vio y me reconocía. Decían ‘¡bien!’, se sentían acompañados y, como no tenía agua y me había tomado una petaca de whisky, la gente me convidó sandwichs, huevos duros. Lo pasé bomba en el estadio”, finalizó.