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La muerte de la actriz surcoreana Kim Sae-ron, de apenas 24 años, encontrada sin vida en su departamento el pasado domingo, volvió a encender las alarmas sobre la dura realidad de la industria del entretenimiento en Corea del Sur.

Porque esta no es una tragedia aislada. Una y otra vez, idols y actores, figuras públicas que, en silencio, cargan con un peso insoportable hasta que se apagan para siempre. Y la pregunta inevitable es, ¿por qué?

El precio de la perfección: sacrificios del mundo surcoreano

Algunos apuntan a la presión desmedida desde la infancia. En la industria del K-pop y la actuación, el éxito se debe alcanzar desde los primeros años de vida. Los niños crecen viendo a sus ídolos y soñando con convertirse en ellos, pero el camino es cruel.

Corea del Sur no solo es la cuna de la industria del entretenimiento, sino también uno de los países con las jornadas laborales más extensas del mundo, de 52 horas semanales, con intentos de elevarlas a 69.

En este contexto, las empresas de entretenimiento que entrenan a jóvenes desde edades tempranas, exigiéndoles perfección en cada paso. Para ellos fallar no es una opción.

El psicólogo clínico con un máster en psicoterapia EMDR del Instituto Kintsugi, Julio César Carrasco, advierte que iniciar una carrera artística a una edad tan temprana tiene un impacto significativo en el desarrollo emocional y cognitivo, lo que supone además a una vulneración de los derechos del niño.

“Estos jóvenes pueden presentar, en el futuro, dificultades en la regulación emocional, baja autoestima y patrones de respuesta al estrés que persisten en la adultez. Casos similares en la historia del entretenimiento han tenido consecuencias fatales”, explicó.

Y agregó que, “los artistas se ven sometidos a un escrutinio constante no solo por parte de las agencias y fans, sino tambien por una sociedad que idealiza el éxito”.

Para los idols, alcanzar la fama no es el final del camino, sino la prueba definitiva. Muchos, tras debutar, revelan el calvario que vivieron para llegar allí, la exigencia de perfección en cada aspecto de su vida, desde el físico hasta el baile y la actitud.

Fama y soledad: cuando el éxito no es suficiente

Un ejemplo es Jimin de BTS, quien en el show “You Quiz on the Block” (programa de variedades), capítulo 99, confesó que fue el último en unirse al grupo y tuvo que esforzarse el doble para no quedarse atrás.

Con apenas 16 años dejó su hogar y entró a Big Hit Music, enfrentándose a un cambio drástico, de bailarín contemporáneo, tuvo que adaptarse a un estilo más agresivo porque BTS debutaría como grupo de hip-hop.

Durante los tres meses previos a su debut, cuando su puesto aún no estaba asegurado, practicaba canto y baile hasta las 4 am, dormía dos horas y luego iba al colegio. Lo más desgarrador fue cuando, al contar su historia, el entrevistador le preguntó si estaba cansado en ese entonces.

Jimin respondió que no, pero confesó que llamaba a su padre todos los días, llorando, diciéndole que quería renunciar, aunque nunca lo hizo por el apoyo que recibía de él.

“La exigencia de mantener un estándar inalcanzable de perfección y éxito continuo genera un ambiente de estrés crónico. Esta presión, de ser continua, puede inducir estados de ansiedad, depresión y fatiga emocional”, señaló Carrasco.

La historia de Jimin si tuvo un final feliz, aunque en la actualidad ha admitido seguir luchando contra problemas de autoestima. Sin embargo, no todos corrieron la misma suerte. Kim Jonghyun, integrante de SHINee, vivió una lucha igual de dura, pero su historia terminó en tragedia.

En diciembre de 2017, Jonghyun fue encontrado sin vida en su departamento. Su suicidio conmocionó al mundo, pero su carta de despedida (divulgada a través de redes sociales por la cantante Jang Hee-yeon y con permiso de su familia) dejó aún más en evidencia la oscuridad que enfrentan muchos idols.

En ella, hablaba del dolor insoportable de no sentirse suficiente, del agotamiento mental y de la soledad que lo consumía.

“Por dentro estaba destruido” y “la vida de la fama nunca fue hecha para mí”, escribió y lo último fue, “qué más puedo decir. Solo dime que lo he hecho bien. Que esto es suficiente. Que he trabajado duro. Incluso si no puedes sonreír, no me culpes en mi camino”.

Su muerte fue un grito de auxilio y, lamentablemente, no fue el último, ya que la fama, que desde afuera parece un sueño, muchas veces es solo una jaula. Y para algunos, la única salida que encuentran es la más desgarradora.

Idols y actores que han perdido la vida: entre el suicidio confirmado y las dudas

Los siguientes casos comparten un vínculo desgarrador que es el ciberacoso, que a menudo fue la última gota que desbordó sus vidas. Aunque son solo cinco de los muchos que existen, estos son los más visibles y mediáticos, aquellos que acapararon titulares, pero, tristemente, fueron olvidados rapidamente.

Jang Jayeon

La actriz Jang Jayeon, famosa por su papel en “Boys Over Flowers”, se quitó la vida el 7 de marzo de 2009 a los 29 años.

En su carta, denunció abusos y explotación sexual por parte de personas influyentes en la industria del entretenimiento, lo que desató una investigación y generó un debate nacional sobre el trato hacia los artistas.

VTV Vietnam

Sulli

Choi Jinri, conocida como Sulli, fue miembro del grupo f(x) y actriz destacada. El 14 de octubre de 2019, a los 25 años, fue encontrada muerta en su hogar. Sulli había sido víctima de acoso en línea y había hablado abiertamente sobre sus problemas de salud mental, incluida la depresión.

“No soy una mala persona. Lo siento”. Con esas palabras, Sulli se despidió en su última transmisión en vivo en Instagram, un mensaje que hoy resuena con más fuerza tras volverse viral.

Goo Hara

La exintegrante del grupo KARA, fue hallada muerta en su residencia el 24 de noviembre de 2019, a los 28 años. Era amiga cercana de Sulli.

A lo largo de su vida, enfrentó varios problemas personales, entre ellos una batalla legal con su exnovio y un intento de suicidio en mayo del mismo año.

Lee Sunkyun

El actor Lee, conocido por su rol en la película Parásitos, fue vinculado a un caso de consumo de drogas en un bar en Corea del Sur. Posteriormente, fue sometido a una intensa persecución mediática.

A los 48 años, fue encontrado muerto en su automóvil, lo que se sospecha fue un suicidio, ya que allegados señalaron que no soportaba la presión social.

Kim Sae Ron

La actriz Kim Sae Ron, de 24 años, fue encontrada sin vida en su apartamento en Seúl el 16 de febrero de 2025, luego de que un amigo fuera a visitarla.

Aunque las causas de su muerte aún no han sido confirmadas, Sae Ron había sido blanco de acoso en línea tras ser arrestada por conducir bajo los efectos del alcohol. Ella había trabajado en el dorama Sabuesos de Netflix.

El ciberacoso en Corea del Sur: el fenómeno de los “youtubers ciber-demoledores”

El ciberacoso, o lo que en Corea del Sur se conoce como el fenómeno de los “youtubers ciber-demoledores”, es una de las formas más destructivas de ataque en línea hacia las figuras públicas.

Este tipo de acoso es liderado por influencers que se dedican a criticar y difamar a celebridades, analizando aspectos íntimos de su vida privada y amplificando la presión que ya enfrentan como modelos a seguir.

Julio Carrasco, advierte que el ciberacoso se distingue por su carácter incesante y su amplia difusión, lo que agrava el impacto emocional de las críticas y ataques.

¡Los bots no descansan! La naturaleza pública y permanente de las ofensas en redes sociales puede inducir una sensación de indefensión y vulnerabilidad(…). Apagar un celular o cerra una cuenta no solcuiona nada. La imposibilidad de escapar del escrutinio digital incrementa el riesgo de deterioro emocional y psíquico”, dijo.

El crítico cultural surcoreano Kim Hern-sik explicó a BBC que, “no basta con que las celebridades sean castigadas por la ley. Se convierten en blanco de críticas implacables”.

Como dio a entender el especialista en la industria del entretenimiento, “los usuarios de YouTube obtienen visitas, los foros obtienen la participación, los medios de comunicación obtienen el tráfico. No creo que (la muerte de Kim Sae-ron) cambie la situación”.

El caso Kim Sae-ron y la responsabilidad de los medios

La actriz fue una de las tantas figuras públicas que experimentaron el peso del ciberacoso en su máxima expresión. En 2022, fue arrestada por conducir bajo los efectos del alcohol, lo que desató una ola de críticas en línea. Su caso se convirtió en el foco de múltiples ataques, especialmente de youtubers como Lee Jin-ho, quien con sus más de 626.000 suscriptores publicó una serie de videos difamatorios en su contra.

La interacción mediada a través de pantallas tiende a reducir la percepción de los artistas a meros “productos” o “personajes”, desvinculándolos de su dimensión humana, da a entender el psicólogo Carrasco.

“Este fenómeno de despersonalización facilita la expresión de críticas sin empatía, lo que agrava el impacto emocional de los ataques”, sumó.

Kim Sae-ron intentó seguir adelante con su carrera a pesar del acoso constante, pero quedó atrapada en un círculo vicioso de odio y hostilidad. En redes sociales, expresó su sufrimiento con un mensaje que ahora resuena como un grito de auxilio, dijo “ya es tan duro, ¿pueden parar todos?”.

Tras muerte de Kim Sae-ron: La presión sobre artistas surcoreanos, ¿cuánto más soportará la industria?
Captura Daily Naver

La falta de empatía en los espacios digitales y la cultura de “tolerancia cero” hacia los errores de los famosos terminaron por empujarla a un punto de quiebre del que no pudo recuperarse. La tragedia de Kim Sae-ron no es un caso aislado, sino parte de un patrón más amplio en la industria del entretenimiento surcoreana.

Los medios de comunicación surcoreanos, entre ellos Yonhap, The Korea Times y Naver, han comenzado a cuestionar el impacto de su propio enfoque sensacionalista. Naver, por ejemplo, cerró la sección de comentarios en sus noticias de entretenimiento en un intento por frenar el ambiente tóxico que rodea a las celebridades.

El profesor de psiquiatría Na Jong-ho, de la Universidad de Yale, comparó esta ola de muertes con una versión real de “El juego del calamar”, donde quienes tropiezan quedan abandonados mientras el mundo sigue adelante sin mirar atrás.

“¿Cuántas vidas más deben perderse antes de que dejemos de infligir esta vergüenza destructiva y asfixiante a la gente?”, escribió en Facebook.

En una sociedad donde la moralidad de las celebridades es juzgada con lupa y los errores pueden significar el fin de una carrera, la pregunta sigue en el aire, ¿hasta cuándo?