“Mi nombre es Máximo Décimo Meridio, comandante de las tropas del norte, general de las legiones Félix, leal servidor del verdadero emperador, Marco Aurelio…”. Así comienza una de las frases más icónicas de la historia del cine, cuando Russell Crowe se quita el casco para revelar su verdadera identidad a Cómodo (Joaquin Phoenix), en Gladiador.
Ya pasaron 24 años, y ahora, se estrena Gladiador II, película que continúa la historia de… ¿De quién?.
BioBioChile y Andes Films organizaron en Concepción el Avant Premiere de esta nueva producción, dirigida por Ridley Scott. A continuación dejamos una reseña completa de la película.
Es una película, no un documental
Lo primero, antes de hacer una reseña sobre la Gladiador II, lo bueno y lo malo, me detendré en un tema, y ese es sobre las críticas que historiadores han realizado sobre el filme, por los errores o inexactitudes.
Por ejemplo, un artículo del The Hollywood Reporter reúne la molestia de diversos historiadores, quienes se quejaron por las diferencias historiográficas.
Una de las críticas la realizó la Dra. Shadi Bartsch, profesora de la Universidad de Chicago, con títulos de Princeton, Harvard y UC Berkeley, quien ha escrito diversos libros sobre la antigua Roma. “Total basura de Hollywood”, dijo la historiadora.
“No creo que los romanos supieran lo que era un tiburón”, señaló también, aunque aclaró que sí se realizaban batallas navales en la arena. También cuestionó que un romano leyera lo que parecía ser una especie de periódico “1.200 años antes de la imprenta”, mientras tomaba café, algo que tampoco existía en ese tiempo.
Apuntó igual contra el tipo de rinocerontes y que estos fueran montados por gladiadores.
Por muy válida que sean las opiniones de la historiadora y sus pares, no hay que olvidar un punto. ES UNA PELÍCULA DE HOLLYWOOD. Las personas que van al cine a verla, no buscan un documental, quieren una película de acción, que tenga drama y, en este caso, batallas con imágenes épicas.
Y es que los cuestionamientos pierden ese punto de vista. Claramente se espera que una película de este tipo no sea morbosa respecto a usos de tecnologías o herramientas que en esos años (200 d.C.) no existían, pero si usan una espada que en realidad se comenzó a forjar 100 o 300 años después, es algo que se puede dejar pasar.
No, no es lo mismo que la primera, pero tampoco decepciona
Ahora, la película. En 2001, Gladiador fue nominada a en 12 categoría de los premios Óscar, pero se llevó cinco estatuillas doradas.
Mejor película, mejor diseño de vestuario, mejores efectos visuales, mejor sonido y mejor actor, fueron los premios que se llevó finalmente. ¿Correrá con la misma suerte? Difícil, pero no porque sea mala, al contrario, es porque la vara quedó muy alta.
Muchos de los asistentes al Avant Premiere decían después de la película que no conocían a Paul Mescal, el intérprete irlandés nominado al Óscar en 2022 como mejor actor, por AfterSun.
Mescal interpreta al protagonista principal, Lucio Vero, el hijo de Lucilla, un personaje que vimos como solo un niño en la primera. Sorprendentemente, se revela que también es hijo de Maximo (Crowe). Pero esto no es espóiler, ya que aparece en el tráiler.
Exiliado y luego capturado en batalla tras haber encontrado el amor, busca vengarse de Roma y en especial del general Marcus Acacius (Pedro Pascal).
El sueño del emperador Marco Aurelio, de una Roma libre y gobernada por el Senado, desapareció, y ahora viven bajo la corrupción de los emperadores gemelos Geta y Caracalla, interpretados por Joseph Quinn y Fred Hechinger.
No es necesario saber mucho más para entender que la trama, en algún punto, se vuelve similar a la original: un soldado convertido en gladiador en la busca de venganza.
Ahora, tenemos otros ingredientes que hacen la película atractiva, como es el personaje de Denzel Washington, Macrinus, una especie de lanista que promete a Vero ayudarle a conseguir su objetivo. Pero como todo comerciante, también tiene sus propios intereses.
La clave principal, el reparto de Gladiador II
Ridley Scott se aseguró de repetir la fórmula, es decir, no escatimar en gastos y elegir buenos actores. Se puede ver en las imágenes y una fotografía exquisita, que entrega esa sensación de que todo ya no es igual, algo que aprovecha la película. Inteligente estrategia.
Por otro lado, tenemos a Washington, quien es sinónimo de una excelente actuación. De hecho, ya suena como un posible nominado al Óscar como Mejor Actor de Reparto, y posiblemente tendría oportunidades de ganar.
Por su parte, Pedro Pascal se cree el cuento de un general romano cansado de batallas e injusticias, que cumple órdenes y arrasa con todo, pero queda ese gusto a poco de haberlo tenido más tiempo en pantalla, al menos un poco más.
Connie Nielsen como Lucilla es uno de los pocos personajes que se repiten el plato, pero a diferencia de la primera película, ahora es una mujer cuyo pasado le cobra cuentas y llegó el momento de pagar.
Por su parte, los hermanos emperadores, Joseph Quinn y Fred Hechinger, le dan ese toque similar al que tenía Phoenix como Cómodo, sin embargo, no es lo mismo, e incluso, al menos en el caso de Hechinger, a ratos suele parece exagerado y extremadamente desquiciado.
Para no ser injustos, ese tipo de actitudes se pueden ver en otras obras donde se habla de emperadores, como por ejemplo el libro Yo, Claudio de Robert Graves, que repasa los delirios de algunos mandatarios de Roma, hasta que llegó su momento de gobernar, por lo que un emperador loco, casi al estilo de Calígula, no es algo nuevo.
Gladiador II sí merece una sala de cine
Al igual que muchos directores, Ridley Scott tiene sus “regalones”, como Russell Crowe y Joaquin Phoenix, entonces, para que no se sintiera raro ver esta película sin Cómodo y Maximo, recurrió a las imágenes recicladas de la Gladiador original, para insertar memorias en algunos personajes.
Y sí, pese a que se siente la ausencia, el ritmo que toma la película hace que se pueda disfrutar sin mayores contratiempos.
Ahora, un punto a favor, es que casi puede funcionar de manera independiente a la primera. No olvidemos que Gladiador ya tiene 24 años, por lo que existe toda una generación que puede que no la haya visto, ya que no es obligación ver todas las grandes obras, por mucho que le duela a los cinéfilos.
Con saber que Maximo muere en la primera vengando a su familia de un emperador malévolo, es suficiente para iniciar Gladiador II.
En total son dos horas y treinta minutos de acción, batallas épicas y buenos diálogos: en resumen, una buena película. ¿Merece verla en el cine? Sí, merece el tiempo y dinero invertido. Puede que no sea del gusto de todos los amantes de la primera, pero sigue siendo un buen filme que se estrenará este jueves 14 de noviembre en todos los cines del país.