Nadie quiere esto —Nobody Wants This, en inglés— es la nueva serie sensación de Netflix y que difiere de las otras producciones exitosas de la plataforma por ser una comedia romántica bien hecha (convengamos que el fuerte de la plataforma nunca ha sido este).
En 10 capítulos de no más de media hora se muestra la historia de un rabino poco convencional (Noah) y una agnóstica presentadora de un pódcast de sexo (Joanne) que terminan enamorándose pese a ser muy distintos y a que prácticamente nadie apoya su relación, empezando por la familia judía ultratradicional de él y la hermana de ella.
Además de ser divertida, emotiva y bien contada, esta serie acertó al tener como protagonistas a dos actores emblemas de la generación millennial: Adam Brody (The O.C.) y Kristen Bell (Veronica Mars y Gossip Girl). Así se ganaron de inmediato la atención de un buen número de adultos nostálgicos.
Todas estas características han llevado al nuevo producto a tener una puntuación de 95% en Rotten Tomatoes y a ser la favorita del público desde que se estrenó. Entre los seguidores en redes sociales se ha repetido bastante el mismo comentario: “Es la mejor serie que ha lanzado Netflix en mucho tiempo”.
“Una carta de amor” de la creadora a su esposo
Como muchas buenas historias, esta serie se inspira en la historia real de Erin Foster, su creadora, con su esposo, Simon Tikhman.
Foster dijo que quiso hacer esta producción como una “carta de amor” hacia su marido, a quien conoció en un gimnasio en 2018, no en una fiesta como en la ficción.Tal como relata revista Elle, Foster quería que el protagonista masculino fuera “emocionalmente disponible, caballeroso, a la antigua… pero también muy divertido y seguro de sí mismo”, como su amado Simon.
Aunque hay diferencias con la historia de la serie, hay varios elementos en común, por ejemplo, Tikhman también es hijo de inmigrantes judíos-rusos, aunque no es rabino, sino que es ejecutivo de la industria musical. De hecho, ella cuenta que cuando se conocieron, una de las primeras cosas que le dijo es que la persona con que se casara tenía que ser judía.
Otra distinción es que las familias de ambos no se opusieron tanto a la relación como en la producción, aunque sí estaban escépticas al principio.
No obstante, hay escenas copiadas casi literalmente de la vida de Foster.
Un ejemplo es cuando el protagonista conoce a los padres de Joanne usando ropa deportiva y un ramo de girasoles enormes, lo que hizo que a ella le diera un poco de “vergüenza ajena” o “ick” y se cuestionara la relación al sentirlo demasiado desesperado por agradar. Esto pasó en la vida real.Erin sintió que era una parte buena de su historia que merecía ser contada en la serie y con la que muchas mujeres se podrían identificar.
La creadora reveló que al igual que en la serie, su ahora esposo la contuvo y le hizo ver que si se había esforzado tanto no es porque fuera “débil”, sino que porque realmente le importaba.
“Simon dijo: ‘Supéralo. Se supone que me tiene que importar lo que piensen tus padres porque quiero casarme contigo’. Estaba tan enamorada de él en ese momento”, expresó.
Un poco más sobre Erin y Simon
Cabe destacar que Erin es hija del conocido músico David Foster y la exmodelo Rebecca Dyer.
Al igual que en la serie, tiene una hermana, Sara, quien es actriz y con la que también tiene un podcast llamado The World’s First Podcast. A diferencia de “Nadie quiere esto”, Sara es muy cercana a Simon, incluso este dijo en una ocasión que él la percibe como si fuera su hermana también.
Simon y Erin fueron novios durante un año y se casaron a fines de 2019. Ella se convirtió al judaísmo por él justo antes.
“Que alguien haga eso por ti… es lo más grande que podrías hacer. Siempre estaré agradecido con Erin”, dijo Simon en el podcast de su ahora esposa y su hermana Sara.
“Simón y el judaísmo representaban para mí a la familia. No lo hice porque Simón quisiera que lo hiciera, lo hice porque realmente sentí que era la manera correcta de comenzar una vida juntos”, añadió Erin en ese entonces.
En mayo de este año, la feliz pareja dio la bienvenida a su primera hija, Noa Mimi, consignó Revista People.
Si bien Netflix no lo ha anunciado, todo parece indicar que habrá una segunda temporada de Nadie quiere esto.