El cine de la década del 2000 nos dejó muchas comedias románticas icónicas y una de ellas fue Como si fuera la primera vez, o en inglés, 50 First Dates, estrenada en 2004 con los actores Drew Barrymore y Adam Sandler como protagonistas.
En el filme, Barrymore interpreta a Lucy, una profesora de arte que tiene amnesia anterógrada luego de sufrir un accidente un año atrás. Como consecuencia de esa condición, la joven ha perdido la capacidad de tener una memoria a largo plazo, por lo que todos los días olvida lo ocurrido el día anterior.
En eso, conoce a un veterinario, Henry (Sandler), quien se enamora de ella y, pese a su enfermedad, insiste en volver a verla todos los días, intentando reconquistarla en cada jornada.
La película, como suele ocurrir con las historias de amor, tiene un final feliz que concluye la trama de manera muy bonita.
En primera instancia, Lucy deja ir a Henry, pidiéndole que siga con su vida y no se quede estancado con ella. Pero él no acepta esto y la pareja termina desarrollando una vida completa juntos. Se casan y tienen una hija, y todas las mañanas, Lucy mira un video donde Henry le cuenta todo lo ocurrido en los años anteriores.
Sin embargo, Como si fuera la primera vez no terminada de esa forma originalmente, sino que tenía un final alternativo que dejaba la historia mucho más abierta.
Así lo ha revelado la misma Drew Barrymore en su programa de televisión, donde afirmó que nunca ha podido olvidar el final original de la cinta. De hecho, la película ni siquiera se llamaba 50 First Dates, que se traduce como 50 primeras citas, sino que 50 First Kisses, es decir, 50 primeros besos.
“El final original era ella diciendo, ‘deberías ir y vivir tu vida, porque esto no es vida aquí. Y él se va, como siempre lo hace, y regresa y entra al restaurante, y solo se sienta y dice, ‘Hola, soy Henry’. Y la película termina”, relató Drew Barrymore.
O sea, podríamos nunca haber sabido qué fue de la vida de Lucy y Henry, quedándonos para siempre con un final abierto…
Por otra parte, cabe mencionar que, el director de Como si fuera la primera vez, Peter Segal, aseguró en una entrevista a la revista Entertainment Weekly en 2019 que también había otra idea para el final, en la cual Lucy despertaba en la cama y en el techo había un mural que contaba la historia de su vida, en lugar de un video.