A casi 20 años de su estreno, "Doctor House" sigue fascinando al público por la atrayente personalidad del médico de lengua afilada, interpretado por el británico Hugh Laurie, quien antes de darle vida se consideraba un pésimo actor.
Cuando el último capítulo de Doctor House se transmitió en 2012, lo que sintió Hugh Laurie fue alivio. La carga laboral, tras grabar durante 9 meses, lo dejaba agotado, más si le tocaba interpretar a un personaje cínico, pero amado por millones de televidentes.
Que después de 12 años el personaje todavía genere interés al permanecer como una de las series más vistas por los chilenos en Netflix, es una buena razón para conocer algunas particularidades sobre la vida de este actor inglés.
En las entrevistas que ha dado Hugh Laurie, se muestra encantador, pero también tiene un lado B parecido a la antipatía de House.
Vale recordar que el actor Stephen Fry aseguró a The Wall Street Journal, que Laurie puede dar la impresión de ser “distante” pero se trata de su forma de ser.
Todo esto y más es Laurie, que partió como cómico en la televisión británica y cuya vida se transformó al encarnar al icónico Gregory House.
Los inicios de Hugh Laurie
Nacido en Oxford, Inglaterra, Laurie estudió en el Eton College, el internado donde estudiaron príncipes y 20 primeros ministros. De ahí entró la Universidad de Cambridge. Pero primero estudió Antropología, porque le permitía practicar el remo, un deporte que realizaba su padre Ran, quien fue campeón olímpico.
Pero mientras dudaba de su carrera, la respuesta vino de su pareja de ese entonces, la actriz Emma Thompson, que lo motivó a ingresar a los Footlights, el grupo de teatro de la universidad.
El apoyo de Thompson lo impulsó a la actuación, le mencionó al periodista Ignacio Franzani en 2012, durante una entrevista realizada en el programa “Sin Maquillaje” en el marco de la gira que realizó a Chile, pues además de actuar, Laurie es músico de blues.
Cabe mencionar que en sus años universitarios, también conoció al actor Stephen Fry, con quien compartió escena como dupla en la BBC. Ya para 1989, ambos protagonizaron su programa “A Bit of Fry and Laurie”, en el que mostraron sketches para burlarse de los estereotipos británicos, como la realeza y la hipocresía de la clase alta.
Si bien el espacio tuvo éxito, después de seis años dejó de transmitirse y Laurie consiguió papeles en Estados Unidos, en las cintas “101 Dálmatas” interpretando a Jasper, que trabajaba bajo las órdenes de Cruella de Vil y también interpretó al padre de Stuart Little, Frederick, en la cinta homónima.
Igualmente, en 1998 apareció en la serie “Friends”, al interpretar a un pasajero de avión que debe aguantar los desatinos de Rachel durante un viaje a Londres. En su participación, hay señales de histrionismo y una facilidad de hacer reír que ya quisiera cualquier intérprete.
El rol que marcó a Hugh Laurie: Dr. House
Pero no fue hasta que hizo un casting mientras grababa la película “El vuelo del Fénix” en el desierto de Namibia, que su carrera cambió para siempre.
Tras recibir un fax que lo invitaba a realizar un casting sobre un doctor, Laurie disimuló el acento british para dar vida a este desconocido personaje, pues el mensaje no le decía nada sobre él.
Hay que mencionar que el casting realizado en un baño de hotel se encuentra en YouTube. En la grabación se aprecia el carácter taimado de Gregory, con un desaliñado Hugh, mientras alardea que no pueden echarlo del Hospital Princeton-Plainsboro.
Fue justamente esa mezcla de desenfado y rebeldía, que llamó la atención de Bryan Singer, que dirigió el piloto de la serie, y celebró el acento norteamericano, pero que no sabía lo bien que disimulaba Hugh su acento nativo.
Después de tres meses de realizar la prueba de cámara, el intérprete se olvidó por completo de la actuación, hasta que lo llamaron por teléfono para volar a Los Angeles. Estaba adentro del show. Sin embargo, se sintió pesimista al respecto. Hasta confesó que no desarmó las maletas hasta estar seguro de que el trabajo iba a durar.
Durante 176 capítulos y repartido en ocho temporadas, el programa logró gran éxito a nivel internacional, pues se estima que lo vieron 82 millones de personas durante la cuarta temporada.
Y en esta línea, mientras iba todo bien con el programa del malhumorado House… Laurie sufría los estragos causados por la depresión.
Los demonios de Hugh Laurie
Tras la mueca sarcástica que suele realizar, Hugh Laurie es capaz de mencionar que antes de House no se sentía buen actor. Según explicó al diario inglés The Guardian, dudó de sus dotes hasta interpretar al médico adicto al Vicodin: “Siempre sentí que no estaba realmente seguro de si pertenecía, si era lo suficientemente bueno. Ya sabes, yo nunca fui a la escuela de teatro, no tengo ningún certificado que diga: “Es un actor calificado”.
Por motivo de las grabaciones de House, indicó que le tocó vivir en Los Angeles nueve meses al año, lo que repercutió en su ánimo además de hacer un personaje difícil. “Me resulta más fácil interpretar a estúpidos. Por eso House, que no lo es, me exige tanto como actor. Que me resulte fácil se puede deber a que yo sea estúpido, o a que no entienda al mundo. Encuentro al mundo incomprensible y no le veo sentido. Mi emoción más común y predominante es la estupefacción, y eso sale en ese tipo de personaje. Ser el tonto, el bufón”, expresó a Rolling Stone.
Además con la presión de encarar un trabajo que lo exigía mucho, debía lidiar con la ausencia de su esposa Jo Green y de sus tres hijos que todavía iban al colegio, por lo que se perdió parte de sus vidas, hasta que decidieron que todos iban a vivir en Los Angeles.
El amor hacia Dr. House
Pero no estaba tranquilo, pues la felicidad -para él- no estaba presente en sus horas de trabajo. Así lo describe el actor, con una clara mezcla de no saber qué sentir. “Si digo que no, pareceré ingrato, así que mejor diré que tengo buena suerte, pero también lo lamento, que es como yo lo entiendo”, recogió Infobae.
Con el viento en contra pudo controlar la ansiedad con ayuda profesional hasta el final de la serie, que pese a todo el esfuerzo significó una etapa inolvidable, reveló en El Canto de Cisne, el programa especial dedicado a “House”. Al respecto, Hugh Laurie expresó una emoción contenida y nostálgica tras dejar el set de grabación. “Fue una experiencia muy intensa y larga, hicimos 176 capítulos, un montón. Pero amo el personaje y siempre lo amaré”, reveló a El País.
Y en repetidas ocasiones mencionó que estaba fascinado por dar vida a un personaje tan impredecible: “Me sentí atraído y conmovido por su infelicidad”, acotó a Los Angeles Times.
Los últimos trabajos de Hugh Laurie
Luego de poner punto final al drama médico, Laurie mencionó que se iba a tomar una pausa de la actuación. Mientras la serie terminaba a lo grande en 2012, Laurie que es músico, decidió hacer una gira para promocionar los discos “Let them talk” y “Didn’t It Rain”.
Y en su afán de exploración, quiso hacer otros papeles, con menos protagonismo pero buscando la calidad en los guiones. Para eso se tomó tres años para regresar en “Chance”, para interpretar a un neuropsiquiatra forense envuelto en un complot.
También actuó en el drama de espías “El Infiltrado” junto a Tom Hiddleston y protagonizó la sátira de ciencia ficción “Avenue 5” por dos temporadas.
Del mismo modo, Hugh Laurie que expresó que no sentía que era buen actor, con los años demostró que podía hacer reír y emocionar a la vez.
Por ejemplo, hoy se luce en la serie “La luz que no puedes ver” de Netflix, al interpretar al tío Etienne, un hombre que sufre trastorno de estrés postraumático después de batallar en la Primera Guerra Mundial. Fiel a su estilo, Laurie aseguró que no se sentía cómodo asumiendo el papel, aunque al final nos haya legado una actuación conmovedora.