Maite Alberdi y Paulina Urrutia conversaron con el programa De Película de Canal 9 Bío Bío TV y se refirieron al proceso de realización del documental “La Memoria Infinita”, la que ya se estrenó en más de 80 salas de cine en todo el país.
El film retrata parte de la dura batalla del destacado periodista Augusto Góngora, esposo de Paulina, con el Alzheimer.
Consultada sobre cómo surge la necesidad de crear este documental, la realizadora detalló que nació cuando en una ocasión se encontró con Augusto y Paulina, en una universidad donde trabajaba la actriz.
“Me sorprendió como ella lo integraba a su vida, cómo estaba haciendo pareja en un contexto inesperado y ahí los invité a hacer un documental porque quería registrar esta historia de amor”, indicó Alberdi.
En este sentido, dijo que el público puede sorprenderse de una historia de amor que trasciende al Alzheimer. “Se van a enfrentar a una película luminosa, que no sol habla de su historia, sino de la historia de todo el país”, enfatizó.
Paulina Urrutia añadió que al momento de ser consultada justo a Augusto sobre la realización del documental, fue él quien aceptó inmediatamente.
“Desde el primer momento en que Maite le planteó la idea de hacer un documental, Augusto dijo ‘por supuesto’ y fuimos nosotros, es decir, sus hijos, sus amigos y yo en particular, quienes tuvimos un proceso para aceptar esa decisión tan preclara de Augusto”, manifestó la exministra de las Culturas.
Paulina añadió que fue Augusto quien decidió antes de grabar la película dar a conocer que estaba enfermo y que no estaba conflictuado en mostrar su fragilidad.
La Memoria Infinita: el momento exacto en que se detuvo la grabación
Maite Alberdi también se refirió al momento exacto en que se decidió a detener la grabación del documental, enfatizando que “uno lo va viviendo con las personas que está filmando”.
Para Maite, esto fue claro. “Un día que Augusto dijo ‘yo ya no soy’, donde él se sentía incómodo, o él ya no se sentía el mismo. Yo por primera vez en cinco años me sentía incómoda con la cámara, para mí fue muy claro que él ya no estaba interactuando con la cámara”, detalló la documentalista.
Este habría sido el punto más complejo de la grabación, según lo que detalló la realizadora.
Por su parte, Paulina Urrutia también habló sobre qué rescata de la enfermedad del Alzheimer. “No encuentro que sea una enfermedad de mierda”, dijo la actriz, quien agregó que la sensación que tiene es que la película transmite una “muerte en cámara lenta”.
“Te da mucho tiempo, mucho tiempo para poder ejercer otro tipo de vínculo con las personas. Yo encuentro que es una enfermedad de nuestro tiempo, que claramente nos permite tomar conciencia de la vida que queremos vivir y de cómo hacemos memoria de nosotros mismos, en qué nos reconocemos”, dijo Paulina, quien añadió que es una enfermedad que para vivirla, la persona tiene que contar con alguien.
“Nosotros no nacemos solos y no tenemos por qué morir solos”, añadió Paulina, quien señaló que la película muestra lo duro de la enfermedad, pero que también deja en evidencia que hay otra manera de vivirla.
Paulina Urrutia manifestó que todo el mundo cree que la película se trata del Alzheimer, pero que la verdad es que “cuando tú la vez, lo que te ocurre es que te llenas de una emoción que te hace mirarte a ti mismo, reflexionar acerca de nuestra propia historia como país, y al mismo tiempo sentir que cada uno de nosotros puede hacer parte de la historia de la humanidad”.
Sobre cómo es su actual relación con la muerte, tras el fallecimiento de su esposo, Paulina indicó que es “de un aprendizaje gigante”. “Esta película es un ejercicio de memoria, como dice Maite, no es una película acerca del olvido, sino que acerca del amor y fundamentalmente de no olvidar a aquellos que olvidaN”, añadió.
Finalmente, consultada sobre qué habría dicho Augusto si hubiese podido ver la película terminada, Paulina manifestó que “Augusto debe estar muy contento, muy contento, muy agradecido y lo dice él en la película”.