Argumentando que el relato de la película Tetris de Apple TV es “sustancialmente similar”, Daniel Ackerman, editor del sitio web Gizmodo y autor del libro “Efecto Tetris”, interpuso una demanda contra el streaming y la empresa de videojuego por robar su idea.
En una demanda realizada en el Tribunal del distrito sur de Nueva York, Estados Unidos, Ackerman afirmó que la empresa “confiscó la idea original de la obra y creación de su libro”.
En el documento, donde se acusa a Noah Pink de Apple y Maya Rogers de Tetris Holding, entre otros productores de la película, también se detalla que esta último estaba al tanto del trabajo de Ackerman antes del lanzamiento de la ficción.
“El libro del demandante Ackerman adoptó un enfoque único para escribir sobre la historia real de Tetris, ya que no solo aplicó el registro histórico, sino que también superpuso su propia investigación original e ingenio para crear un libro narrativo convincente de no ficción al estilo de un espía de la Guerra Fría“, apuntan en la demanda.
A lo que agregaron: “La obra de Ackerman, a diferencia de otros artículos y escritos, disipó el énfasis en la jugabilidad real y los fanáticos, y en su lugar se concentró en los alrededores narrativa, secuencias de acción y relación adversaria entre los jugadores“.
En su defensa, argumentó que la película de Apple TV habría usado este mismo relato para la ficción: “Este fue el enfoque idéntico que adoptaron los Demandados para la película Tetris, sin cambios notables”.
“A menudo resuena exactamente con la misma sensación, tono, enfoque y escenas que el libro publicado varios años antes”, aseguró Ackerman en su demanda.
Y acusó: “Se hace evidente que la película Tetris es sustancialmente similar en casi todos los aspectos materiales, incluidos capítulos y páginas específicos de dicho libro que fueron simplemente adoptados del libro a la película, sin el conocimiento, autorización o consentir“.
Tal como explica The Verge, quienes tuvieron acceso a la demanda de Daniel Ackerman contra Apple TV y la empresa Tetris, esta última estuvo siempre al tanto de su trabajo, pues se comunicó constantemente con ellos mientras realizaba la investigación para escribir su libro.
No obstante, pese a que la demanda no acusa plagio, el medio apunta que al tratarse de un hecho histórico real no estaría protegido por la ley de derechos de autor.