John Carter: Entre dos mundos

La película de ciencia ficción que tardó 80 años en hacerse y terminó como el gran fracaso de Disney

11 junio 2023 | 09:19

Aunque contaba con un elenco de lujo, en el que incluso quiso participar Tom Cruise, John Carter, la película de ciencia ficción de Disney, se transformó en un fracaso inmediato.

Históricamente, Disney apuesta por proyectos de película que aseguren ser un éxito para sus estudios, por lo que un fracaso, siempre llama la atención.

Pero esforzarse por sacar un film que apuntaba a ser una de las mejores historias del cine, con una estrella de Hollywood y un guion que donde todo parecía perfecto.

Esa es la historia de John Carter, una película que muchos especulaban que sería una saga, al más puro estilo de La guerra de las Galaxias o Indiana Jones; sin embargo, el destino diría algo muy diferente.

Porque aunque se demoraron 80 años en que saliera al aire, las cosas no pudieron ir peor para la compañía del ratón Mickey, que hasta hoy la recuerda como uno de sus peores trabajos.

Los protagonistas de John Carter

John Carter: El mayor fracaso de una película de Disney

Muchos no lo imaginan, pero para que una película se realice en Hollywood es posible que pasen desde 5 años hasta décadas en las que esa idea llegue a la pantalla grande.

Pero la idea de John Carter demoró 80 años en ser proyectada en una sala de cine, por lo que el fracaso de la película es, sin duda, más doloroso para quienes pasaron décadas intentando que el proyecto brillara.

Esto, porque desde 1931 que se intentó llevar al cine el relato original de Edgar Rice Burroughs, el creador de Tarzán, sin embargo, por diversas razones nunca llegó a concretarse.

La historia trata de John Carter, un soldado confederado que, tras morir, renace en otro planeta donde está inmerso en la lucha de dos razas enfrentadas por el control del lugar, consignó El País.

Al mismo tiempo, John vive una historia romántica y se enamora de una princesa marciana. Un cuento publicado en 1912, que muchos aseguran, inspiró varias de las grandes sagas de fantasía del cine, como Star Wars o Avatar.

Según cuenta Espinof, Ray Harryhausen manifestó interés en hacer la película en los años 50, aunque en los años 80 cuando el proyecto recién tomó más relevancia.

Thomas Haden Church interpretando a un marciano

La producción de la película

En los años 80, el director John McTiernan se hizo cargo del proyecto y buscó que sus protagonistas estuvieran a cargo de los jóvenes Tom Cruise y Julia Roberts, con un solo objetivo, ser la competencia de Star Wars, la saga que en esos años recién veía la luz, pero con mucho éxito.

El filme no se llevó a cabo y, aunque se habló de que Robert Rodríguez podría haber hecho la película, los derechos quedaron en manos de Jon Favreau para la década del 2000.

Sin embargo, los derechos que poseía Paramount en ese momento caducaron, mientras que el intérprete de “Happy” se trasladó a Marvel para producir Iron Man.

Ese es el movimiento que Disney aprovechó para quedarse con los derechos, que entregó a Andrew Staton, una de las figuras de Disney y Pixar, responsable de Toy Story, Buscando a Nemo y Wall-e.

El director declaró en The Wrap respecto del proyecto: “Eso es algo que he pasado toda mi vida deseando que alguien hiciera, y cuando estuve en la industria desde quizás los años 90 en adelante, si alguna vez escuchaba el más mínimo rumor de que podría hacerse, me emocionaba como un fanboy y vaya, seré el primero en la fila para ir a verlo”.

Imágenes de John Carter

El director comentó que nunca pensó que podría hacerlo, pero que cuando Favreau dejó el proyecto le emocionó pensar que podría funcionar y rogó a los altos mandos de Disney hacer su primera película que no era animada.

El guion estuvo cargo de un ganador del premio Pulitzer, Michael Chabon, por lo que todo cuajaba para que la película se transformara en un éxito de Disney en 2012, no en un fracaso.

El sueño del éxito se va desmoronando

Aunque Tom Cruise aún quería ser parte del proyecto, para interpretar a John Carter eligieron al actor y modelo canadiense, Taylor Kitsch, reconocido por su participación en Friday Night Lights.

Lynn Collins tomó el papel de Dejah, la princesa de la que se enamora John y otros como Willem Dafoe, Samantha Morton y Bryan Cranston se unieron a la película.

Una vez que comenzó el rodaje, también iniciaron los problemas. Lo primero fue el nombre, que originalmente era el mismo del cuento, Una princesa de Marte; pero, a juicio de Staton, nadie iría al cine por esa película, por lo que fueron dando opciones terminando en John Carter, algo que llamó la atención de Chabon, quien pensó que vendrían incovenientes.

Pero el gran problema vino en el teaser de la película, donde no se tomó nada de lo importante del proyecto, como la obra de Burroughs como inspiración, la participación del premio Pulitzer Michael Chabon y Staton no quiso incorporar ninguno de sus mega éxitos, para que las personas no creyeran que era una película infantil.

Vulture rescató que no se menciona ni siquiera al perro marciano de Carter, que a su juicio era el elemento visual más distintivo de la película.

En palabras sencillas, apostaron todo a John Carter, el personaje principal, pero él era alguien que nadie conocía.

Un antiguo jefe de Marketing de Disney declaró: “Esta es una de las peores campañas de marketing de la historia del cine. Es casi como si se esforzaran por no hacernos caso”.

El rápido fracaso de la película de Disney

En febrero de 2012, todo estaba listo para que John Carter: entre dos mundos, el nombre con el que se quedaron finalmente, fuera un éxito de taquilla. Sin embargo, nada de eso ocurrió.

La película no conectó con el público y en su primer fin de semana en Estados Unidos solo ingresó 30 millones de dólares, llegando a un total de 73 millones.

En la recaudación mundial apenas llegó a 211 millones, lo que es un fracaso, si pensamos que filmes como Los Vengadores logran recaudar más de 150 millones de dólares en un día.

Finalmente, la crítica no fue tan dura con John Carter, pero la realidad es que terminó generando pérdidas por 200 millones de dólares para Disney, por lo que pensar en una secuela era imposible. Así, fue el mayor fracaso en toda la historia de la compañía.

Si quieres verla, está disponible en el catálogo de la plataforma Disney+, donde incluso puedes ver escenas que eliminaron de la cinta y los clásicos “chascarros”.