Este domingo, a las 22:00 horas, se estrena la cuarta temporada de Succession, la serie de HBO que está concentrando todas las miradas.
Recordemos que al final de la tercera temporada, Kendall (Jeremy Strong), Shiv (Sarah Snook) y Roman (Kieran Culkin) deciden unirse para derrocar al magnate de medios y mundo del entretenimiento Logan Roy (Brian Cox), el creador de Waystar RoyCo.
¿Un Roy dirigiendo la Casa Blanca?
El mayor de los Roy, Connor, quien ha tratado de mantenerse al margen de la disputa familiar, tiene a la Casa Blanca en la mira y su carrera hacia la candidatura de Estados Unidos se hace cada vez más fuerte.
A pesar de no contar con el apoyo familiar, Connor se empeña más en su propósito y seguramente será una figura codiciada en la carrera de poder de la familia Roy.
Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia
Los paralelismos con la realidad se hacen más presentes: ante la probable venta del imperio, Logan podría jugar su última carta y mantener su atesorado canal televisivo, ATN, fuera del trato.
Todo esto, con la intención de conservar algo de poder de influencia y usar este medio de comunicación como herramienta de cara a las elecciones presidenciales de los EE. UU., en las que seguramente los Roy serán protagonistas.
La opinión de los críticos
A continuación algunos críticos entregan su opinión sobre los momentos que marcaron la tercera temporada de esta serie que ha concentrado la atención en el último tiempo.
“Está bastante difícil escoger mis momentos favoritos de la tercera temporada, porque son demasiados. ‘Succession’ me parece una serie absolutamente sobresaliente así que voy a escoger el momento que encapsula todo lo que fue el enfrentamiento entre Logan Roy (Brian Cox) y sus tres hijos candidatos al trono: Kendall (Jeremy Strong), Roman (Kieran Culkin) y Shiv (Sarah Snook)”, señala el crítico y guionista Diego Muñoz.
“Lo cierto es que todo lo que viene acumulándose desde la primera temporada explota en este momento cúlmine en que los hijos de Logan deciden hacerle frente -unidos, por primera vez-, sólo para fracasar rotundamente. Esto es lo que me tiene más expectante de esta cuarta y última temporada”, dice el autor del libro “I Love The Office” y voz del podcast Flimcast.
Por su parte, la crítica Sol Márquez Thomas señala: “La tercera temporada de Succession, así como las anteriores, tuvo grandes momentos, pero para mí los mejores son aquellos que lograron dar cuenta del tono shakesperiano que atraviesa la serie y que nos permite entender lo viles que pueden ser estos personajes””.
“El primer capítulo plantea la posibilidad de que Logan Roy trate de envenenar a Kendall, el hijo que más veces se ha rebelado en su contra. Lo que comienza como una broma a partir de las donas que envía de regalo, termina por ilustrar el (legítimo) temor que los hijos sienten por su padre y su determinación de realizar lo que sea necesario para destruir a sus oponentes”, menciona.
“Y es, además, una estrategia que considera como posibilidad por el mismo Logan cuando en el octavo episodio, al sentarse a conversar en una cena privada con Kendall, no sólo insiste en no comer dando como excusa razones médicas para luego hacer que su nieto funcione como catador de su cena para asegurarse no ser envenenado. Es un momento que se aleja del humor de la escena del primer capítulo, para insinuar que tanto Logan como Kendall estarían dispuestos a sacrificar a un familiar con tal de hacerse o asegurar el poder”, añade.
En esta misma línea, la crítica de cine menciona que hay dos momentos clave. “Primero, la conversación que Shiv tiene con su madre en Italia, es tan desgarradora como iluminadora. La madre la acusa de ser su principal dolor/problema, definiéndola como “su cebolla”, esto, refiriéndose al actuar de Shiv cuando era una niña de tan sólo diez años. Es una tremenda estocada, la que es seguida por la confesión/ofensa “no debí tener hijos” y que en vez debió tener perros. Una decisión que se vio truncada porque Logan los habría pateado, como si no fuera un padre sumamente castigador con sus hija e hijos. Es pura brutalidad literal y figurativa”, señala.
“Y claro, también la principal vuelta de tuerca de la temporada, que tiene que ver con la traición más inesperada pero que al mismo tiempo se estuvo construyendo y presagiando desde el primer capítulo de la serie. Tom Wambsgans (Matthew Macfadyen) ha querido acceder a la bendición de Logan Roy desde siempre y llevaba tres temporadas probando distintas estrategias para lograrlo, sin éxito. Y la forma de triunfar tiene que ver con la lógica del patriarca de Waystar Royco: traicionar a quien sea necesario”, sostiene.
“‘No eres un asesino’ le dijo Roy a Kendall al final de la segunda temporada y lo que Tom demostró es que sí lo es, arriesgando su matrimonio y traicionando a su esposa, Shiv Roy, al nivel de dejarla potencialmente sin herencia, con el fin de ganarse el favor de su suegro y acceder al poder” cierra la periodista de cultura y panelista de radio”, añade.
A su vez, Luis González, comentarista tras Seriepolis y Televisivamente, elige: “El primer momento que se me viene a la mente es cuando Roman le manda una foto de su pene al papá, por equivocación, porque se lo quería mandar a otra persona. Es Roman siendo Roman”.
“Logan ve el nude y Roman se da cuenta que se equivocó y queda pésimo. Es un momento cortito, pero igual es trascendental dentro de la historia porque el patriarca se da cuenta de que no puede confiar tanto en Roman porque sigue siendo una persona muy infantil”, expresa.
“Es un momentazo, porque es inesperado y divertido. Eso es lo bueno que tiene Succession: tiene momentos cómicos y de hilaridad. A pesar de todo el drama de esta empresa familiar, tiene esos momentos de comedia y ese momento es muy HBO: sólo HBO podría mostrar algo así y mostrar ese tipo de historias”, puntualiza.