Luego de que se publicaran los primeros vistazos de los personajes del remake de La Sirenita, muchos fanáticos se llenaron de nostalgia a recordar cómo era la cinta animada, recordando a la Ariel pelirroja o a la imponente Úrsula.
Y es que, en el caso de la villana, aquel estilo que rompió los estereotipos de las villanas que la antecedieron. En vez de ser una mujer hermosa, alta y delgada como en las versiones de villanas en Blanca Nieves o La Bella Durmiente; Úrsula era una mujer llena de curvas, de cabello corto y maquillaje exagerado. ¿La Razón? Estaba inspirada en Divine, una Drag Queen icono LGBTIQ en los años 70 y 80.
Los motivos para asegurar su similitud no solo va con las imágenes donde impacta el parecido del dibujo con la intérprete, sino que los propios directores de la cinta, John Musker y Ron Clements, reconocieron el origen de la villana.
En conversación con el medio australiano SBS en 2016, los directores hablaban de su nueva creación: Moana, cuando empezaron a recordar otras películas de Disney en las que participaron, como por ejemplo Aladdin, El Planeta del Tesoro, Hércules, La Princesa y el Sapo y, por supuesto, La Sirenita.
Entonces, Musker habló de a popularidad de Úrsula en el mundo LGBTIQ+, asegurando que era un triunfo que tenía sentido ya que los orígenes de la mujer pulpo “tiene sus orígenes en Divine”.
Entonces, aseveró que uno de los escritores de La Sirenita, Howard Ashman, conocía a la Drag Queen, por lo que, mientras elegían el estilo del personaje, le pidió a Rob Menkoff, uno de los principales animadores de la película, hacer “algunos dibujos basados en Divine”.
“Aunque está un poco disfrazado, se basa en el personaje (de Divine)”, admitió entonces.
“Simplemente encajaba con el personaje”, aseveró, por su parte, Clements, apuntando que al igual que Divine, Úrsula “era escandalosa, teatral”.
“Ella era una pequeña mezcla de Divine y Joan Collins”, explicó Musker, revelando que Ashman también era fanático de Joan Collins e incluso su diseño original había estado basado únicamente en ella.
Originalmente, se había pensado en una mujer delgada y punk como la malvada Úrsula, según compartió el animador Rob Minkoff a Radio Times.
“Ashman estaba diseñando a Úrsula”, dijo. “En el guion, se la describía como un personaje al estilo de Joan Collins, por lo que todos los diseños eran una mujer muy delgada, de pómulos altos y cabello negro, una especie de momia motociclista punk. Era realmente rara”, dijo entonces.
Divine, la historia de quien fue “La Drag del siglo”
Divine, de nombre real Harris Glenn Milstead, fue un norteamericano que junto a un grupo de amigos decidió crear algo nuevo y divertido para mostrar lo más “asqueroso” que ocultan las personas.
Sin embargo, no todo fue sencillo para Harris. A temprana edad, Milstead se vestía con la ropa de su madre y saltaba alegremente por toda la casa después del colegio.
Su personalidad hizo que la escuela fuera de lo peor, ya que además de sufrir discriminación por su sobrepeso, lo golpeaban, mientras le gritaban “gran marica”.
Todo iba tan mal que incluso en la escuela los profesores decidieron cambiarlo a la clase de gimnasia para niñas y lo iban a dejar a la escuela en un auto de la policía.
Mientras todo iba mal, Harris Glenn lloraba y escuchaba a Elizabeth Taylor en la televisión. Se consolaba a sí mismo mientras se convencía de que algún día y de alguna manera él también se convertiría en una mujer, en la mujer más hermosa del mundo.
En su época más rebelde, perdió más de 40 kilos y pintó su cabello rojo. Así, conoció a un chico que vivía un par de casas más abajo: John Waters.
De la mano de Waters, Divine comenzó a actuar en pequeñas producciones y se denominaron a sí mismos los Dreamlanders, nombre que proviene de la productora Dreamland de Waters.
Tal vez Divine no contaba con la teoría suficiente o con la reflexión adecuada para que sus acciones fueran “anarquistas”, pero todo lo que siguió hoy la transforma en la Drag Queen más transgresora y políticamente incorrecta que haya alcanzado la fama mundial en todos los tiempos.
“Tenemos un buen grupo de amigos y lo hacemos por nada, somos buenos amigos fuimos al colegio juntos. Nos juntamos las tardes de los domingos (…) y decidimos ir a la casa de John y hacer películas”, dijo Divine a fines de los 80 en una entrevista con Shawn Thompson.
Uno de las razones por las que los Dreamlanders fueron tan famosos fue por su excentricidad y su capacidad para poder actuar y hacer todo lo que Waters les pedía.
“A John le gusta la gente que no luce como personas ordinarias, como gente gorda o extremadamente fea o extremadamente guapa”, explicó la Drag Queen.
Una estrella polémica
Ya sea por las producciones de cintas que incomodaban al público o incluso la vez que comió excremento de perro real para una de sus cintas, todo lo que Divine hizo, marcó el cine underground.
Divine acabó trabajando en cinco de las más famosas producciones: Pink Flamingos, Female Trouble, Polyester, Hairspray y Lust in the Dust.
Pink Flamingos fue considerado el producto más asqueroso de Waters, donde Divine realmente hace de todo en la película. Desde querer ser la persona más sucia de la ciudad y luchar por el puesto contra una pareja que viola mujeres y vende los bebés a mujeres lesbianas, hasta lo más icónico de la cinta: matar gente para la televisión en vivo y en directo.
Es en esta película en donde también comió las heces de un perro, hecho que el intérprete reconoció fue un acto que lo dejó preocupado por sus consecuencias.
De acuerdo a sus entrevistas reconoció que fue una acción que le avergonzó y, preocupada por lo que le podría pasar tras su particular alimento, llamó al Hospital.
La intérprete mintió y dijo: “Oh, disculpa, sabes que mi hijo estaba jugando en el patio trasero y comió caca de perro, ¿qué debo hacer?”, entre risas indicó que no quería que pensaran que estaba loca o psicológicamente inestable, porque sabía todo lo que hacía.
Una partida temprana
Divine actuó en más de diez producciones oficiales, además de cortometrajes y otros papeles. Pisó los escenarios con “Mujeres detrás de Barras” en 1976 y con The Neon Woman en 1978. Grabó 11 álbumes de música disco y tenía un show de cabaret en solitario.
“Estaba rompiendo las reglas del ‘drag’ y definiéndola, usando ropas que una persona gorda nunca jamás usaría. Lo llevó a un nuevo nivel, a un nivel de energía”, dijo Waters en el documental I’m Divine.
“Me veo como una artista y cualquiera que me quiera escuchar, me halaga. Mis canciones han estado en el tope de los charts de Alemania e Inglaterra”, explicó en una entrevista Divine.
En una de sus últimas entrevistas con Brenda Thornlow, autora del libro Mi vida como la conocí, Divine reconoció que -desafortunadamente para ella- solo le había tocado hacer papeles de mujeres toda su vida. Como hombre nunca le ofrecieron actuar, presentarse o hacer stand up.
“Yo no hago Judy Garland o Mae West, y yo no soy un imitador de mujeres”, dijo. “Yo soy un actor”, recordó The New York Times.
Divine se juró a sí misma que no sería recordada solo como un hombre que se vestía de mujer y hacía cosas raras. Él se comprometió a trabajar y reafirmar su rol como actor. Es por eso que luego del éxito de Hairspray, apenas le ofrecieron un papel en la comedia de Fox Casado… con Hijos, aceptó.
Sin embargo, aquel rol nunca llegó a concretarse, ya que antes del día de grabación, Divine murió mientras dormía. “Nunca lo había visto tan feliz”, dijo entonces su manager, Bernard Jay.
“Su carrera estaba despegando. Él iba a tener un muy buen papel en un programa de televisión (Casado… con Hijos). Eso era lo que él quería. Mostrar que no era necesario que se vistiera de mujer, que era respetado como actor” indicó. “Estaba sonriendo. Y estaba muerto”, dijo consigna The New York Times.